Una joya arquitectónica del siglo XVIII a un paso de Vigo

Situada en uno de los enclaves más privilegiados de Vigo, la propiedad disfruta de una localización excepcional que combina tradición, naturaleza y conectividad urbana. Se encuentra en una zona consolidada y muy bien comunicada, donde la vida residencial se entrelaza con el pulso dinámico de la ciudad. Vigo ofrece una calidad de vida singular: su proximidad al mar, sus vistas abiertas a la ría, sus amplios espacios verdes y su vibrante oferta cultural y gastronómica convierten la ciudad en un destino altamente demandado. Desde la propiedad, es posible acceder en pocos minutos al centro urbano, colegios, servicios, comercios y a las principales vías de comunicación, manteniendo al mismo tiempo una atmósfera de tranquilidad difícil de encontrar en el corazón de una urbe. La cercanía a zonas naturales, paseos fluviales, parques y áreas ajardinadas añade un valor extra, permitiendo disfrutar de un estilo de vida equilibrado entre naturaleza y ciudad. Un punto estratégico dentro de Vigo, perfecto para quienes buscan exclusividad, comodidad y una conexión fluida con todo lo que la ciudad ofrece.

La casa disfruta de una orientación privilegiada que potencia la luminosidad en todas sus estancias. La luz natural entra de manera generosa durante todo el día, resaltando los muros de piedra, los espacios amplios y la calidad de la rehabilitación. Esta exposición soleada no solo aporta calidez y bienestar a la vivienda, sino que realza el jardín plano, donde los elementos tradicionales —hórreo, fuentes, parras y la elegante porchada de piedra— se envuelven en una atmósfera luminosa y serena. La orientación favorece también el uso de los espacios exteriores, creando rincones agradables para disfrutar de la vida al aire libre en cualquier época del año. Una luz sostenida y equilibrada que se convierte en uno de los grandes valores de la propiedad.

Esta propiedad reúne, de forma absolutamente excepcional en Vigo, una arquitectura gallega de 1798 preservada en su esencia; con su galería porticada, piedra original y elementos patrimoniales intactos, junto que aporta una serenidad poco común en un entorno urbano. La rehabilitación respetuosa, la presencia de una casa de invitados independiente, la flexibilidad de sus espacios interiores y su ubicación en una zona residencial con acceso a piscina, pistas de tenis y un paseo junto al río, crean una combinación única: historia, privacidad y calidad de vida contemporánea en un mismo refugio con alma.

La propiedad se encuentra en un excelente estado de conservación tras una rehabilitación cuidadosamente ejecutada, donde cada intervención ha respetado la esencia arquitectónica original de 1798. Los elementos patrimoniales —muros de piedra, estructuras de madera, arcos, ornamentaciones y detalles tradicionales— han sido preservados y puestos en valor, garantizando autenticidad y solidez en todos los espacios. La vivienda principal, así como la edificación anexa para invitados, muestran una actualización equilibrada entre confort contemporáneo y carácter histórico. Los jardines y las zonas exteriores, igualmente bien mantenidos, conservan su trazado clásico y su riqueza ornamental, ofreciendo un entorno cuidado y plenamente consolidado. Se trata de una propiedad que combina historia y funcionalidad con una conservación ejemplar, lista para ser disfrutada desde el primer día sin renunciar a su identidad única.

Oportunidad única de inversión excepcional dentro del mercado inmobiliario de Vigo, donde las casonas históricas rehabilitadas en el centro urbano son extremadamente escasas y altamente demandadas. Su carácter patrimonial, su excelente conservación y la presencia de una edificación anexa completamente equipada amplían notablemente las posibilidades de explotación, ya sea como residencia privada de alto nivel, vivienda con zona independiente para invitados o incluso como espacio para usos representativos y de larga estancia. La ubicación estratégica —en pleno corazón de la ciudad pero con un jardín privado y elementos arquitectónicos únicos— incrementa su valor en un mercado que valora cada vez más la combinación de historia, privacidad y accesibilidad. El estado de conservación, unido a la singularidad de los elementos tradicionales y la posibilidad de disponer de una segunda vivienda dentro de la misma finca, convierte esta casona en un activo sólido, con capacidad de revalorización sostenida a medio y largo plazo.