Entrevista a Asun Rodríguez Montejano
Charlamos con la arquitecta experta en urbanismo y en planificación urbana sobre los retos de esta disciplina tan desconocida y no por ello menos importante. Para Rodríguez Montejano, la arquitectura es un servicio público, una herramienta para construir ciudad no sólo desde lo estético sino desde lo que no se ve.
Considerando que hoy raramente se diseñan ciudades desde cero, pero existe la necesidad de expandir e integrar periferias, ¿qué criterios son esenciales para incorporar nuevos barrios a un núcleo urbano preexistente de manera eficiente y armoniosa?
Las políticas de crecimiento urbano deben ir paralelas a las de mejora y renovación de los tejidos consolidados, los barrios de nuestras ciudades, integrando una respuesta a los contingentes de vivienda vacía. El reto más importante de hoy es acometer la regeneración de los barrios vulnerables y deficientes energéticamente, que componen el grueso de nuestras ciudades, las primeras periferias.
Hay criterios objetivables de integración de lo nuevo y lo viejo que tienen que ver con la continuidad del viario y la infraestructura verde, la ubicación compartida de los equipamientos y las zonas al aire libre, suavizar las barreras, generar transiciones amables entre tejidos.
Existen rupturas radicales que el tiempo ha bendecido, los ensanches de Cerdá o Castro junto a los cascos antiguos de Barcelona o Madrid, son un buen ejemplo, con viarios de ronda y bulevares como paisajes de transición.
Cuando las ciudades adquieren un tamaño tal en el que aparecen las autopistas urbanas las heridas son más difíciles de salvar.
Un buen diseño urbanístico a cuánto tiempo vista debe ser planificado? Por decirlo de otra manera, ¿se calcula una fecha de caducidad?
Con relación a la planificación de ciudades, el problema no es tanto el horizonte para el que se planifica, sino los tiempos de puesta en marcha de los planes urbanísticos. Cuando se hace efectivo lo planificado a veces han evolucionado los paradigmas sociales, ambientales, tecnológicos y, por supuesto, políticos. Es una acción tremendamente lenta, por eso siempre hablo de los tiempos geológicos del urbanismo.
A mi juicio, el diseño urbanístico que no caduca es el que sienta las bases del crecimiento mediante una estructura natural y de infraestructuras potente, que permite edificar con flexibilidad los distintos usos, y que permite adaptar la ciudad a los cambios sociales, casi nada… Pero sobre todo el que es fruto del consenso político y el compromiso social.
¿Podrías ponernos un buen ejemplo de ciudad para vivir y explicarnos por qué?
La mejor ciudad, el mejor barrio es aquel que responde a tus necesidades, que te hace sentir bien, que te estimula, que te facilita la vida, lo cual es bastante subjetivo y cambiante ya que depende de tu renta, tu edad, tu situación vital y además no estoy segura de que exista.
Hay personas que aprecian los centros por su vitalidad, por tenerlo todo al alcance de la mano, pero les gustaría poder salir caminando a la naturaleza y tener más parques o deportes a mano. Hay otras que eligen la ciudad jardín aunque dependan del vehículo privado o de desplazamientos más largos en transporte público, pero pueden personalizar su vivienda y tienen acceso fácil a la naturaleza. Otros prefieren vivir aislados en el campo y otros en urbanizaciones cerradas por coyunturas vitales, aunque la vivienda sea igual a las demás.
Cuando uno visita Ámsterdam o Copenhague, pasea el centro pero también acude a los nuevos desarrollos, Borneo, Java, Igburg, quizá algunos sean fallidos, pero no cabe duda de que ha habido pensamiento, oficio, creatividad, riesgo y exploración.
Amsterdam Zuid, de Berlage, de 1917, y sin apenas implantación comercial, te expone a unas emociones sthendalianas. Un caso de proyecto urbano, arquitectura urbana.
¿Cuáles son los indicadores clave para evaluar si un diseño urbanístico es efectivo?
Los indicadores como tales son cuantitativos y, como bien indicas, evaluarían la efectividad del urbanismo en términos científicos, pero la componente cultural, artística, humana del urbanismo es otra cosa como decíamos antes. Hay urbanismos muy eficaces energética, ambientalmente, pero absolutamente vacíos de provocar experiencias. Métodos como el BREEAM se han ocupado de la eficacia del urbanismo, pero eso no implica que sea bueno.
Aun así, los indicadores nos sirven para evaluar magnitudes que hoy en día deben ser imprescindibles de garantizar, sobre todo las relacionadas con el medio ambiente y los servicios.
¿Cuál es la relación entre la belleza y el urbanismo desde tu perspectiva?
Ninguna, quiero decir, la belleza es una consecuencia de un oficio basado en la ética.
En el ejercicio del urbanismo confluyen tres fuerzas o dimensiones: la técnica, la ciencia y el arte, como afirma brillantemente el académico y urbanista Fernando Terán. Arte no es artisticidad, no es necesariamente belleza. Cuando un urbanista traza una calle con el lápiz, le está diciendo a las personas cómo tienen que transitar, moverse, percibir el espacio, disfrutarlo, en definitiva, vivir.
Es una enorme responsabilidad y a la vez un reto maravilloso, de los más estimulantes que pueden existir. La belleza está en el reto.
¿Qué papel juega la estética en el diseño urbano?
El diseño urbano es una disciplina integradora que tiene como misión crear entornos urbanos habitables, funcionales y ambientalmente responsables. Tiene una componente creativa y además va dirigido a las personas, ocurre entonces que la primera integra una dimensión estética y que además podrá ser juzgada por quienes lo usan.
Tuve la experiencia de realizar el proyecto de remodelación de la Plaza Mayor de Cáceres y os aseguro que no se persiguió una experiencia estética, pero creo que es capaz de suministrarla. El atractivo es una consecuencia cuando la componente artística está interiorizada en el oficio del arquitecto, las categorías estéticas, cualesquiera de ellas, están presentes en el proceso.
La belleza como finalidad única de los proyectos, conduce a resultado fallidos, banales. El diseño urbano busca mejorar la calidad de vida de los habitantes, promover la experiencia de la ciudad y reflejar su cultura.
La estética en la ciudad es el resultado de la ética en el oficio del urbanista, y no tienen que ver necesariamente con la belleza, como creo que decía antes.
¿Crees que es importante integrar el arte y la cultura en el diseño urbano de una ciudad? ¿Por qué? ¿Podrías hablarnos del papel del arte en los pueblos de colonización?
No es importante, es imprescindible. Una cosa es integrar piezas de arte en el contexto urbano y otra diseñar desde el arte y la cultura, o lo que es lo mismo, desde el paisaje como método y como resultado.
Un programa de arte público no implica colocar obras en las esquinas más transitadas o rellenando espacios vacíos, sino crear un concepto que contribuya al enriquecimiento de la experiencia urbana, de su conocimiento y que se funda con ella añadiendo significados y emociones.
La obra de land art titulada ‘7.000 oaks’, de Joseph Beuys, ha sido para mí el mejor proyecto de arte público, que contribuyó a la naturalización creativa y participada de Kassel, un proceso que ha durado más de 30 años.
¿Puedes proporcionarnos un ejemplo de diseño o revitalización urbana en el que el arte haya jugado un papel significativo?
El arte urbano me parece muy interesante como galería accesible y al alcance de todos y tuvo un papel esencial en la regeneración y recognoscibilidad de algunos grupos sociales.
Últimamente el arte urbano se está utilizando (contrariamente a sus objetivos) como agente estetizador de la precariedad, solo en pocas ocasiones tiene una función verdaderamente regeneradora.
Soy bastante crítica con estas prácticas, me parecen tremendamente interesantes los festivales de arte urbano, ya que permiten redescubrir espacios de la ciudad, acceder de otra manera a lugares remotos, mirar con otros ojos… pero la acción de usar el arte para la mejora de los barrios, es un tema mucho más complejo y debe tener continuidad en el tiempo si pretende ser una herramienta social de cambio.
En noviembre de 2019 tuve ocasión de realizar un viaje muy particular a Nápoles y visité algunas periferias donde las prácticas artísticas habían producido enormes logos de autoafirmación y reconocimiento. Eso sí, los equipos de mediación vivían allí, estaban siempre a disposición del ciudadano y generando programación; los murales cuentan historias que les tocan, se ubican en espacios con significado o se lo dotan, se mantienen, se modifican, se genera actividad a través de ellos, cohesionan, colocan en el mapa…, los murales se han convertido en otro equipamiento de la ciudad.
¿Cuáles son los retos futuros de nuestro urbanismo?
Pararse a pensar, re-integrar disciplinas del pensamiento en el urbanismo. En el día a día del urbanismo, en su práctica, me parecen prioritarios estos retos:
Primero, reducir los plazos de tramitación de los planes urbanísticos, en general, agilizar los tiempos del urbanismo.
Segundo, conseguir una velocidad de crucero con los procesos de regeneración urbana de los barrios necesitados, garantizando agilidad en los tiempos, una buena resolución arquitectónica y social, innovación y modelos de participación público-privada que no apliquen las inversiones únicamente al erario público.
Tercero, lograr grandes pactos políticos que imposibiliten los cambios de rumbo de los planes cuando hay elecciones o mutan los equipos de gobierno.
Cuarto, en los nuevos desarrollos urbanos, conseguir espacios inspiradores, arquitecturas de calidad y una oferta de vivienda para todos; hacer de estos espacios lugares de referencia del urbanismo contemporáneo, que vengan a visitarlos a la vez que nuestros centros históricos, que la ciudad contemporánea española genere interés
Quinto, incorporar de una forma mucho más activa y atractiva la variable paisaje urbano, con implicaciones de percepción, cultura del territorio, arte, diseño, en la práctica urbanística.
¿Qué elementos crees que faltan en nuestro enfoque actual del urbanismo? ¿Existe algún país o región que consideres un modelo a seguir en esta área?
Creo que hay una disociación entre el desarrollo del pensamiento, los conceptos, las teorías, etc. y la práctica urbanística, que al final sigue adoleciendo de rutina, salvo honrosísimas excepciones muy muy valiosas en nuestro país.
Países Bajos me interesa.
¿Cómo se está innovando en el urbanismo de las ciudades? ¿Qué tecnologías o enfoques novedosos se están utilizando en la actualidad?
Detecto innovación en las herramientas tecnológicas de dibujo y modelado, en el uso instrumental de la inteligencia artificial y el metaverso, en el manejo y utilización de los datos, en la generación de cartografías complejas, sofisticadas y muy atractivas, en las nuevas tecnologías y métodos de la participación, en todo el universo smart para conocer, monitorizar y proceder. Detecto innovaciones increíbles en el pensamiento antropocénico y post antropocénico ya… nuevas relaciones entre seres vivos, enfoques raros y muy interesantes.
Encuentro creatividad en algunos equipos ganadores de convocatorias New Bauhaus que basan sus propuestas en la participación humana de proximidad, muy cercana a las personas y a pequeña escala, fijándose en los procesos naturales y artificiales, en las relaciones insospechadas, en la circularidad, en el arte como mediador… muy interesante; sería muy positivo que estos equipos pudieran integrar también al promotor.
Sin embargo, cuanto aterrizo en la construcción física de ciudad, es cuando detecto las disociaciones de que hablaba, gana la rutina.
¿Cuál es el impacto socio cultural y el papel del paisajismo en el urbanismo?
Hablaría de paisaje, el paisajismo es una disciplina muy bella y reconocida, pero es importante establecer la diferencia.
En cuanto a la definición de paisaje, coincido plenamente con la que propone Convenio Europeo de Florencia de 2000 y que invito a leer
…Por “paisaje” se entenderá cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos…
Escribí hace unos años un artículo que titulé “Yo no soy paisajista” y que publicó la revista Planur-e, actual Urban-e, que con tanta dedicación y constancia lleva adelante la profesora Marian Leboreiro https://www.planur-e.es/miscelanea/view/-yo-no-soy-paisajista-cuatro-aproximaciones-al-proyecto-de-paisaje-urbano
En este artículo trato de explicar la importancia del paisaje como metodología de elaboración proyectos, como anticipación de un resultado.
Cuando una sociedad cuenta con una cultura del paisaje (urbano), cuando se es consciente del impacto de nuestras acciones privadas sobre un entorno que es patrimonio colectivo, se desarrolla la capacidad crítica, la sensibilidad estética y, muy importante también, la consciencia del impacto económico de contar con un buen paisaje. Se promueve la exigencia del decoro y de una tutela que garantice ciudades atractivas por responsables y éticas, que apuestan por el bien común.
¿Qué papel juega el arte en la transformación urbana?
Creo que juega un papel fundamental cuando se integra en ese proyecto de transformación, no cuando rellena espacios vacíos. Por ejemplo, cuando el arte o el diseño contribuyen a mejorar la legibilidad, la transitabilidad de los barrios, cuando se adapta a fachadas de edificios semejantes para diferenciarlos entre sí en periferias, cuando se inscribe en el pavimento para mejorar itinerarios, cuando se aplica a elementos escultóricos o instalativos que resignifiquen lugares, que generen comunidad, que generen diálogo, que nazcan del diálogo… en estos casos y muchos más el papel del arte es emocionante.
Según Luis Fernández Galiano los pueblos de colonización de Fernández del Amo, “se entenderían mejor usando términos habituales en las artes plásticas que de la propia arquitectura”. Rafael Canogar dijo de él que era un “plástico de la arquitectura”, aquí tenemos un ejemplo de cómo la dimensión creativa cobra un maravilloso protagonismo, que no resta oficio ni funcionalidad al urbanismo.
Tengo la fortuna y el honor de ser Patrono de la fundación Cultura en Vena, fundada por mi buen amigo y colega Juan Alberto García de Cubas, donde se viene realizando un enorme esfuerzo para difundir el arte y la cultura, habitualmente custodiados en sus templos, haciéndola llegar a otros espacios donde en principio no se la espera. Arte con efectos terapéuticos para el alma y para el cuerpo. Esta iniciativa se concentra especialmente en los espacios de la salud y en pequeños pueblos de la España vacía.
¿Cuáles son los principios de la Nueva Bauhaus Europea en relación con el urbanismo y cómo pueden mejorar la vida de las ciudades y los ciudadanos? ¿Se van a ir implementando en un futuro lejano o veremos avances a medio plazo?
Creo que es una estupenda noticia la creación de la Bauhaus Europea, es más, considero que su espíritu se debería implementar por defecto en la construcción y reconstrucción de las ciudades:
“…una iniciativa de colaboración y puesta de la creatividad en el primer plano, para imaginar y construir un nuevo futuro. Un espacio de co-creación en el cual arquitectos, artistas, estudiantes, ingenieros y diseñadores trabajarán juntos para lograr ese objetivo. Esta es la NextGenerationEU. De esta forma moldeamos el mundo en el que queremos vivir.
La iniciativa de la Nueva Bauhaus Europea insta a todos los europeos a imaginar y construir juntos un futuro sostenible e inclusivo que sea hermoso para nuestros ojos, mente y alma, integrando sostenibilidad, inclusión y estética…”
(Se apela al alma y por tanto al espíritu de la ciudad).
¿Cómo es esa colaboración con profesionales cualificados en otras disciplinas como movilidad, sostenibilidad, energía, marcos financieros y jurídicos e innovación tecnológica que citas en vuestro panel de servicios? ¿Cómo le puede llegar a influir esta visión multidisciplinar al ciudadano? ¿En qué cosas concretas?
La colaboración es indispensable, el urbanismo es una disciplina que abarca el diseño, la ciencia y la técnica, agrupando especialidades como la energía, el medioambiente, la ingeniería, los materiales, el paisajismo, la sociología, la economía, la legislación, la psicología urbana, el arte, la arqueología, la geología, el patrimonio histórico, la tecnología, la innovación, la historia, la geografía…
Los urbanistas somos algo así como “directores de orquesta” y, escuchando al territorio y a las personas, debemos diseñar un tapiz ordenado y sensible, en tres dimensiones; unas reglas del juego donde se desarrolle la arquitectura urbana y la singular, de la forma más libre posible y más responsable posible.
Esta amalgama da lugar a paisajes que simbolizan el tiempo presente en cada época. Leyendo el paisaje urbano se aprende todo de las sociedades que lo forjaron.
El urbanista debe saber de todo ello, sin ser necesariamente especialista en cada cosa, únicamente, debe saber “lo que tiene que pedir” al experto.
Al ciudadano le llega una experiencia de hostilidad o acogimiento, un confort (o disconfort) y una calidad (o no) de los servicios y dotaciones (docentes, culturales, religiosas, de salud, de transporte) y una calidad del espacio, que tiene que juzgar en función del modelo elegido. No se le puede pedir una ciudad de los 15 minutos a un modelo de ciudad jardín, es muy caro.
Para terminar, cuéntanos el proyecto que vas a presentar durante la Semana de la Arquitectura aquí en El Invernadero sobre cómo la importancia de cuestionar y re-imaginar la ciudad. Haznos un resumen a modo de avance sin desvelarnos todo para mantener la sorpresa y avivar la curiosidad.
Los artistas verdaderos tienen un radar para captar los procesos urbanos y sociales. Se fijan en temas determinados y los cuestionan, los muestran, para hacerse y hacernos preguntas.
En marzo pasado tuve la suerte de pasar unos días en la Academia Española de Roma y decidí a llevar a cabo algo que me viene rondando desde hace años, se trata de una recopilación de artistas y obras de los últimos 20-30 años que, en su trabajo, en su mirada, muestren un protagonismo de lo urbano como fuente de inspiración estética o crítica.
Artistas comprometidos con la crisis de la ciudad, con su creciente hegemonía, con la vivienda, la degradación del paisaje, la desigualdad social sus contradicciones, con mostrar la intensidad de sus episodios, sus historias, sus personas, su seducción… resignificándola y generando nuevos imaginarios contemporáneos, nuevas cartografías sensibles y perceptivas, nuevas acciones…
Son tantos hoy los retos urbanos, que me resulta curioso que no sea mucho más intensa esta temática entre la comunidad artística, quizá es que no me ha dado tiempo a profundizar suficientemente todavía.
A lo largo de estos meses he tenido ocasión de conocer algunas de estas prácticas y estoy conmovida. He seleccionado a los artistas que se reunirán en el Invernadero como germen privilegiado de una colección de exposiciones de muy diferente carácter que me gustará ir promoviendo en los meses siguientes.
Esta muestra se hace coincidir de manera muy pertinente con Open House y la Semana de la Arquitectura del COAM y lo que pretendo es revertir o simplemente complementar el discurso predominante que pone el foco en la arquitectura privilegiada, añadiendo un necesario acento en el urbanismo y la arquitectura olvidadas de los años 50-60 y primeros 70.
Las primeras periferias urbanas que, al igual que los pueblos de colonización, crearon enormes contingentes de vivienda desde el pensamiento urbano y una arquitectura interesante y a veces experimental, hoy en grave proceso de deterioro. Unos barrios que, con sus luces y sus sombras, alojaron la intensa migración del campo y pequeñas ciudades en busca de mejores expectativas de vida.
Todos los artistas que muestro tienen una relación muy estrecha con estos espacios periféricos y contaremos con su representación, su interpretación subjetiva o su crítica social, mediante lenguajes de la figuración, el collage, la abstracción matérica, la poesía visual o la fotografía…, donde nos narran plásticamente algunos episodios de sus experiencias e impresiones.
Redacción: Beatriz Fabián
Beatriz es periodista especializada en contenidos editoriales offline y online sobre diseño, arquitectura, interiorismo, arte, gastronomía y estilo de vida.
Fotógrafa: Nieves Díaz.