Para celebrar el verano con una buena dosis de arte, aquí tienes una selección de cinco exposiciones para viajar por España con la mirada abierta a nuevos descubrimientos.
Ai Weiwei, obras monumentales, películas y bloques de Lego en el MUSAC de León
Hasta el 18 de mayo de 2025, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León propone una ambiciosa exposición sobre el artista y activista chino.
Ai Weiwei. La Commedia Umana, 2017- 2021. Cristal de murano y metal. 640 x 840 cm. Cortesía de Ai Weiwei Studio.
Sin duda el artista Ai Weiwei (Pekín, China, 1957) no deja indiferente a nadie y la muestra Don Quixote en el MUSAC de León es una oportunidad única para posicionarse. Tras su exposición individual más reciente en el Design Museum de Londres (2023), este es el primer museo que expone de forma más amplia la serie de obras realizadas con bloques de construcción LEGO o WOMA. Además, dadas las dimensiones de muchas de las piezas, la muestra ha sido ideada exprofeso para exponerse en las salas del MUSAC, ante la imposibilidad de exhibirse en otros museos. La selección, realizada por el comisario y director del MUSAC Álvaro Rodríguez Fominaya junto al artista en exclusiva para esta ocasión, reúne 44 obras entre instalaciones, cuadros de ladrillos de construcción de juguetes, esculturas, vídeos y películas que ocupan 1.700 metros cuadrados, más de la mitad de la superficie expositiva del museo de Mansilla y Tuñón.
Ai Weiwei. The Animal That Looks Like a Llama But is Really an Alpaca (El animal que parece una llama pero en realidad es una alpaca), 2015. Papel pintado. Dimensiones variables. Cortesía de Ai Weiwei Studio.
Los trabajos expuestos recogen la producción de los últimos 20 años de trayectoria de este creador, imprescindible en la escena contemporánea internacional, galardonado con premios como el Praemium Imperiale de escultura de Tokio (2022) y reconocido como académico honorario de la Royal Academy of Arts de Londres (2011). Famoso por sus posturas políticas disidentes respecto a su país de origen y por su activismo a favor de los derechos humanos, ha hecho incursiones en el mundo de la arquitectura. Colaboró con Herzog & De Meuron como asesor artístico en el Estadio Nacional de Pekín (2088) y en el pabellón de la Serpentine Gallery (2012).
Ai Weiwei. Don Quixote, 2024. AI WEIWEI. Cortesía de Ai Weiwei Studio.
El título de Don Quixote se remonta a la infancia de Ai Weiwei que recuerda la portada del libro de Cervantes, sus ilustraciones y la síntesis que le hizo su padre, el poeta Ai Quing, deportado en desiertos de tierras remotas, un escenario en el que el niño imaginaba las andanzas de Don Quijote y Sancho Panza, toda una fantasía frente a la doctrina maoísta impuesta en su país.
Más que una retrospectiva, el comisario cuenta que la exposición hace un recorrido cronológico de 2008 a 2023, de forma que “se abordan las temáticas centrales de su trabajo: la libertad de expresión, las crisis migratorias y la defensa de los derechos humanos”, indica. De la muestra destaca el estar diseñada de forma inmersiva, envuelta en una especie de piel hecha con obras de gran formato expuestas como un papel pintado de suelo a techo, con más de seis metros de altura. También recoge una decena de películas que muestran su obra en cine y videoarte, desde el documental Marea humana hasta el vídeo Beijing grabado desde una furgoneta que recorre 2.400 kilómetros por las calles de Pekín.
Ai Weiwei. The Third of May (El tres de mayo), 2023. Bloques de construcción (WOMA). 360 x 280 cm. Cortesía de Ai Weiwei Studio.
En cuanto a los trabajos realizados a base de bloques de construcción, con los que el artista lleva trabajando desde 2007, en el MUSAC se pueden ver 19 de las 60 que ha hecho hasta ahora y que, en sus propias palabras “son la herramienta perfecta para cuestionar el pasado político y estético del arte”. Entre ellas, se pueden ver The Third of May (2023), un cuadro inédito producido para esta exposición que versiona la obra de Goya, El tres de mayo en Madrid. “Vi en estas imágenes algo que me resultaba familiar, especialmente en la escena inolvidable de los insurgentes españoles siendo ejecutados: una poderosa representación que conmemora la resistencia española al ejército de Napoleón”, cuenta.
Ai Weiwei. Life Cycle (El ciclo de la vida), 2008. Bambú, cuerda de sisal y seda. 17,8 x 4,53 x 2,6 m. Cortesía de Ai Weiwei Studio.
Entre las obras en gran formato, llama especialmente la atención la titulada La Commedia Umana (2017-2021) que se muestra por primera vez en el MUSAC. Tiene más de ocho metros de alto, seis de ancho, un peso de 2.700 kg y unas 2.000 piezas que lo convierten en el mayor candelabro de Murano que se ha realizado hasta la fecha. “Este gigantesco candelabro negro fue hecho a mano por artesanos vidrieros en colaboración con la fundación dedicada a trabajo de cristal, Berengo Studio”, en palabras de Rodríguez Fominaya. También de grandes dimensiones, Life Cycle (El ciclo de la vida (2008), representa una barca zodiac de más de 20 metros como las que emplean los refugiados realizada en bambú y empleando las técnicas tradicionales para fabricar cometas, toda una metáfora.
Ai Weiwei. Illumination (Iluminación), 2019. Bloques de construcción (LEGO). 380 x 304 cm. Cortesía de Ai Weiwei Studio.
Redacción: Beatriz Fabián
Beatriz es periodista especializada en contenidos editoriales offline y online sobre diseño, arquitectura, interiorismo, arte, gastronomía y estilo de vida.