La reina residencial sigue siendo La Moraleja

Algo similar les puede pasar incluso a celebrities extranjeras: artistas, deportistas, diplomáticos o empresarios que temporalmente residen en nuestro país; puede que no ubiquen Alcalá de Henares o Guadarrama, pero saben dónde se encuentran La Finca (Pozuelo de Alarcón) o La Moraleja (Alcobendas). Y es que estas dos urbanizaciones han atraído a gente relevante durante décadas. Los principales motivos: la seguridad, la amplitud de sus parcelas y viviendas, así como la cercanía a la urbe madrileña. Sin haber perdido fuelle ninguna de las dos, lo cierto es que La Moraleja es la veterana, y además vive un momento dulce que sigue atrayendo nuevos famosos. Según dan por hecho muchos medios de comunicación, el actor Richard Gere será junto a su mujer Alejandra Silva uno de los próximos vecinos, y también podría hacerlo el jugador de fútbol Kylian Mbappé si finalmente acaba jugando en el Real Madrid. Se trata de una de las urbanizaciones con la oferta y demanda más estable desde que se desarrolló urbanísticamente hace décadas. 

La Moraleja nació de pie

Ha tenido estrella desde que nació residencialmente en los años 70, cuando comenzaron a venderse las parcelas en las que se había dividido la finca cinegética de ‘La Moraleja’: 1.150 hectáreas propiedad de José Luis de Ussía y Cubas, conde de los Gaitanes (e hijo de los Marqueses de Aldama). Por allí iba a cazar gente relevante y empresarios del momento, como Antonio García (padre de Ana García Obregón y ya fallecido), propietario de Jotsa, quien quiso comprar un 95% de las acciones de Niesa, la sociedad que figuraba como propietaria de los terrenos. El constructor Obregón contaría en una de las pocas entrevistas que concedió: “Tenía claro que Madrid iba a crecer por el norte, y que iba a hacerlo por allí”. Así que buscó compañeros de viaje y socios para pagar entre todos 700 millones de pesetas de la época (4,2 millones de euros) por ese suelo. No se confundió: las parcelas de tres tamaños distintos, de 10.000, 2.500 y 1.500 metros cuadrados, se vendieron en menos de cinco años. 

Ese es hoy en día uno de sus grandes atractivos, el tamaño de sus parcelas y que ‘hay las que hay’,  por eso, al ser una oferta limitada, esta urbanización se ha mantenido inmune a crisis y ciclos inmobiliarios. Además, goza de algo que otras zonas desean y no consiguen: el rejuvenecimiento orgánico y natural de su población. Si al inicio del siglo XXI todavía predominaba como residentes la primera y segunda generación de aquellos compradores de los años 70, hoy en día atrae a un grupo de población rejuvenecida: algunos se decantaron por trasladarse a este oasis residencial tras la pandemia de Covid, pero lo cierto es que ya antes eran mayoría las familias con niños, algo a lo que ayuda mucho que en la urbanización o aledaños hay casi 30 centros educativos, varios de ellos colegios internacionales.

Mercedes Rodríguez de la Fuente, socia inmobiliaria, ha notado un incremento de la demanda de posibles compradores en los últimos 4 años y nos comenta el principal perfil que se acerca buscando una propiedad: “Por un lado, tenemos la demanda de reposición, la típica familia que estaba en la zona de El Soto o El Encinar y quiere pasar a una propiedad mayor. Pero también nos llegan familias con hijos que, después de hacer sus primeros años de vida en la ciudad, han decidido trasladarse aquí por su tranquilidad, amplitud de espacios y ambiente social. También, es cierto, hay un número importante de empresarios o rostros conocidos que buscan una vivienda entre las grandes residencias de La Moraleja clásica y acuden a nosotros buscando nuestra especialidad: viviendas únicas. Ultimamente, el  público latinoamericano también está comprando; buscan viviendas XL de obra nueva en las parcelas más grandes. Le dan mucha importancia a la arquitectura de autor, los espacios amplios y la privacidad. Esto, ha provocado un incremento de precios en este tipo de viviendas, como ha ocurrido en las zonas Prime del centro de Madrid. De hecho, algunos fondos están buscando viviendas de segunda mano en grandes parcelas para construir obra nueva enfocada a este tipo de clientes.”

La Moraleja son muchas, pero manda una sobre todas

Porque aunque muchas personas se refieran a todas estas residencias y zonas como ‘La Moraleja’, lo cierto es que hay tres espacios diferenciados.  La Moraleja, El Soto de La Moraleja (conocido como El Soto) y El Encinar de los Reyes (El Encinar). Dentro de cada una de ellas, se encuentran propiedades unifamiliares independientes y distintas urbanizaciones de adosados o pisos, aunque el 95% son viviendas unifamiliares.

En la mejor zona de La Moraleja, encontramos a la venta este imponente casoplón de obra nueva, con 1.800 m2 de vivienda y parcela de 10.550 m2.

El precio depende del tamaño de la parcela, el estado de conservación de la construcción y el equipamiento de la vivienda. Se pueden encontrar chalés en parcelas más pequeñas que rondan el millón y medio de euros. Mientras que en la parte central hay multitud de casas grandes con parcelas que suelen alcanzar la hectárea de extensión y un precio que puede llegar en algunos casos a los 20 millones de euros. La media en toda la urbanización se situaría en 5.348 euros el metro cuadrado (5.631 para La Moraleja central), 2.159 euros más que la media regional de Madrid (datos de Idealista a enero de 2024). Así, aunque su media esté por debajo  de algunos barrios exclusivos de la capital, como el de Salamanca, que ha alcanzado este 2024 los 7.186 euros el metro cuadrado, en términos de municipios y barrios residenciales está el primero del podio. Lo que está claro es que la estadística de precios de esta zona es una de las más estables de Madrid, como se puede ver en esta gráfica.  

Las viviendas clásicas de La Moraleja construidas entre los 70 y los 90 muestran un estilo constructivo tradicional a dos aguas, normalmente a teja o pizarra, con mucho empleo en sus muros de piedra o madera, pero la realidad es que cada vez van quedando menos. Las de obra nueva tras demoler las antiguas, o las reformas integrales,  optan sin embargo por líneas más funcionales basadas en el sistema ‘cubo’ y grandes cristaleras. 

Más información solicitar dossier: info@thesibarist.com

Ya no hay que salir de La Moraleja para vivir el ocio madrileño

Si la gran pega que a principios de siglo tenía esta zona residencial es que había que ir a Madrid (o al centro de Alcobendas) para hacer cualquier gestión, ahora ya no existe ese pero, o al menos no es imprescindible. El deporte siempre ha estado cubierto en la urbanización, con varios clubs deportivos privados y pequeños centros comerciales y de ocio. La antigua plaza original de finales del s. XX, conocida como la Plaza de los Ciervos, y hoy (a todo el entorno) como  centro comercial Plaza Moraleja, cuenta sucursales bancarias, cafeterías y supermercado. También incluye una amplia oferta gastronómica, con firmas como Grupo La Máquina, Grupo Araceli, Grupo La Penela o el último en llegar, el Grupo El Paraguas que se ha quedado con el mítico restaurante Aspen de la plaza antigua. Junto a ella, se construyó en 2002 la Plaza de la Fuente, con un edificio de 3.000 m2 en forma de herradura y una fuente que se ilumina por la noche. Sigue la misma estética que la Plaza de los Ciervos y congrega gran número de locales de restauración y ocio. También existe otro centro comercial dentro de la propia urbanización llamado El Bulevar.

Es tal la animación y el buen ambiente en estas plazas y locales, que es más que frecuente que residentes en Madrid centro se desplacen a los locales de La Moraleja para quedar con amigos de la zona o directamente cenar por allí. 

Aunque hay vigilancia en todos los accesos a la urbanización, la entrada no está vetada solo a residentes, por tanto, no es una urbanización estanca pero sí con seguridad privada de 24 horas que patrulla la zona, además de la propia policía local de Alcobendas, por lo que se considere una zona muy segura. Por eso, a pesar de tener todas las casas gran extensión de jardín, la sensación es de estar protegido, como ocurre en esta exclusiva vivienda unifamiliar a la venta, con una superficie de 758 m2 en parcela de 3.032 m2 o en esta magnífica propiedad de 950 m2 de superficie inmersa en un bonito jardín de 2.750m2.

Madrid está de moda y cada uno encuentra su zona

Madrid está de moda, lo sabemos y lo notamos todos los que vivimos en ella. Se ha convertido en el place to be para las grandes fortunas —y también para clientes de clase media-alta— de países como México, Venezuela, Perú, Colombia o Chile, entre otros. Tener un apartamento (departamento como ellos suelen llamarlo) en Madrid es tener un pie en Europa y convertir nuestra ciudad en el centro de operaciones para sus viajes a Londres, París, Roma, Berlín o Suiza. 

Y si bien es cierto que el barrio de Salamanca ha sido el primer destino elegido por estos turistas estacionales, también lo es que si finalmente deciden quedarse a pasar largas estancias o fijar finalmente su residencia, El Viso y La Moraleja son los enclaves elegidos. 

Por eso, los precios y el interés en La Moraleja se van a mantener en los próximos años, pero sobre todo el buen ambiente y calidad de vida que desde el principio fue el reclamo de esta zona verde del norte de Madrid.