Amaneceres en Justicia

El barrio de Justicia, toma su nombre del Tribunal Superior de Justicia, que se encuentra junto a otros edificios emblemáticos como la iglesia de Santa Bárbara, el Convento de las Salesas, la sala Pachá, uno de los pocos edificios racionalistas de Madrid, el Palacio de Longoria (Sociedad de Autores), icono de la arquitectura modernista, el Palacio de Villagonzalo, y un largo etc. La vanguardista oferta comercial con tiendas de moda, restaurantes y hoteles boutique se une a la intensa actividad cultural de sus teatros y galerías de arte. Pasear por calles que ya se han convertido en un must como Barquillo, Conde de Xiquena, Orellana, Fernando Sexto, Mejía Lequerica o Fuencarral, la cotizada Plaza de la Villa de París, es una verdadera delicia. Las cuidadas fachadas recuerdan a un barrio parisino. Nos encontramos ante el barrio de moda por excelencia de Madrid y uno de los más revitalizados en los últimos años.

Sur – este, para disfrutar de los mejores amaneceres de Madrid.

La propiedad permite tener acceso a una terraza excepcional, un espacio amplio y luminoso que se abre hacia los jardines de la Villa de París y el horizonte clásico de la ciudad, ofreciendo una de las vistas más especiales y codiciadas de Madrid. Con un potencial de reforma extraordinario, el proyecto permite concebir una vivienda contemporánea donde la luz, la amplitud y la conexión con el exterior sean los verdaderos protagonistas. Una propiedad irrepetible, donde la arquitectura, la ubicación y las vistas se combinan para ofrecer un estilo de vida único, tan sofisticado como auténticamente madrileño.

Situado en una de las calles más simbólicas de la ciudad, este edificio clásico y representativo se alza entre Chamberí y Justicia, dos de los barrios más elegantes y codiciados de Madrid. Su imponente fachada, perfectamente conservada, refleja la arquitectura señorial madrileña de comienzos del siglo XX, combinando elegancia, solidez y carácter. El edificio se encuentra en un excelente estado de conservación, con zonas comunes cuidadas, portal de gran presencia y ascensor, lo que refuerza su valor patrimonial y su confort contemporáneo. Su ubicación privilegiada, frente a los jardines de la Villa de París y a pocos pasos de Almagro, Recoletos y la Castellana, ofrece una conexión perfecta entre la vida residencial más tranquila y el pulso vibrante del centro de la ciudad.

Adquirir un activo inmobiliario de estas características en el barrio de Justicia, se traduce en rentabilidad asegurada (una de las más altas de la capital), y recorrido en términos de inversión a corto/medio plazo. La evolución inmobiliaria está en crecimiento constante ya que la demanda supera con creces a la oferta, especialmente de este tipo de propiedades para reformar, un bien muy escaso.