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Descripción
Borgoña es considerada por muchos el corazón de Francia. Y probablemente sea verdad, porque en pocos sitios del país galo convergen de manera tan acentuada pasiones tan francesas como la gastronomía, la confitería o el culto al buen vino. Precisamente en su interior, enclavado en la esmeralda campiña de Puisaye a dos horas de París, se encuentra este cuyos colores pastel invitan a descubrir la vida de palacio.
Situado en un bello bosque entre mesetas agrícolas, el actual Château fue construido en 1875 sobre los cimientos de una casa solariega antigua, propiedad del duque de Nevers. Sus más de 250 hectáreas ofrecen un majestuoso jardín, entre los que se esconden sublimes estanques, bosques y prados. Un lugar donde historia, arquitectura y paisaje se funden en perfecta armonía gracias a su singular perspectiva, para crear un ambiente íntimo y mágico. Su piscina exterior climatizada y su pista de tenis son lugares perfectos para crear momentos inolvidables. Desde allí podemos disfrutar de una puesta de sol que se atisba entre la colorida arboleda.
La región de Borgoña es, en pocas palabras, la belle France: paisajes bucólicos, patrimonio cultural sin parangón y tierra de vinos. 36 de los 50 vinos más famosos del mundo provienen de esta región, donde se dedican con auténtica veneración desde hace siglos al cultivo de la vid y la elaboración de estos caldos. El vino aquí es casi una religión cuyo culto se celebra en catedrales subterráneas. Nada como completar una visita a esta región con visitas a tradicionales bodegas, atravesar campos de vides, y realizar una cata de vinos de la mano de un sumiller para conocer todos los extraordinarios matices.
Aunque no todo es vino. La fama de las queserías francesas así como probar su deliciosa repostería son experiencias que el viajero no se debe perder.
A lo largo de la Borgoña también es posible realizar itinerarios en bicicleta desde las orillas del Yonne hasta las del Saône, y los más aventureros en este deporte podrán atreverse con el asfalto del mítico circuito de Magny-Cours.
¿Sabías que Borgoña cuenta con mil kilómetros de vías navegables? Los canales borgoñones atraviesan pueblos medievales, valles arbolados y planicies agrícolas. Podrás recorrer el famoso Canal de Borgoña o embarcarte en el Canal del Nivernais, considerado como uno de los más bellos del país.
Los pueblos de la ruta del vino se mantienen ajenos al paso del tiempo y guardan un encanto especial, donde es un disfrute recorrer sus callejuelas, contemplar sus fachadas de piedra y vigas de madera adornadas con geranios. Aquí uno se imagina que los días transcurren marcados por el ritmo de los cultivos y de la vida sencilla.
FICHA TÉCNICA
En el castillo hay un total de diez habitaciones separadas, cada una con baño, donde caben 15 personas, y luego existen otras cuatro casitas independientes donde se pueden alojar 33 personas. En total, en toda la propiedad pueden pernoctar 48 personas. Para alquilar el castillo en exclusiva, el cliente deberá reservar mínimo cinco habitaciones, en este caso, podrá haber más huéspedes en las otras casas y usar las zonas comunes, como la piscina y la pista de tenis. Los huéspedes del castillo principal no tienen acceso a la cocina, pero aquellos que se alojen en las casas de alrededor tienen acceso a cocina en ellas.
EVENTOS
Este chateau es ideal para celebraciones o eventos. Su capacidad máxima en este caso será: 250 banquete con pista de baile, 300 en banquete y 350 en cóctel. Se alquila con servicio incluido, aparcamiento y gastronomía, que se adapta a las necesidades de los huéspedes, con posibilidad de utilizar una carpa silhouette de 448 metros cuadrados para cuando se desee que el evento sea al aire libre. Para estos casos existe la posibilidad de privatizar el lugar, excluyendo el alojamiento.
Detalles
- Referencia THSTFRBOR0001
- Precio Consultar
- Habitaciones 20
- Baños 15
- Localización Borgoña, Francia
5 Estrellas
Un palacio cuidadosamente rehabilitado enclavado en un paisaje que bien podría haber salido de una novela de Jane Austen. Un retiro en plena naturaleza rodeado de jardines y viñedos. Un viaje al pasado con todas las comodidades contemporáneas.
El tacto del césped recién cortado, el cristal de una copa de vino, la suavidad de una manta, el contacto con sus suelos centenarios… todo nos hace conectar con antiguas y placenteras sensaciones.
Olores natureales, a sus bosques y a campos de cultivo. La naturaleza nos carga de energía. Por no hablar de sus bodegas donde también podremos entrenar nuestros sentidos olfativos y deleitarnos con los infinitos caldos de autor de esta rica zona de Francia en aromas y sabores.
Borgoña es una región que desvela sus encantos cuando uno se sienta a la mesa.Al este de Francia, esta región asociada a su vino presume de las mejores rutas gourmets (y más fotogénicas) del país. La especialidad son las carnes rojas, pero sin duda también los caracoles. Esta perla de la gastronomía francesa es uno de sus exponentes más delicados y de sabor sutil, sólo apto para paladares exigentes.Otra delicia local son los huevos en meurette, cocinados con una salsa elaborada con vino, tocino y especias. Todo un paraíso gastronómico por descubrir.
Gracias al ritmo lento y tranquilo que se respira apreciaremos cada sonido de la naturaleza como un bálsamo que nos acuna mientras disfrutamos del placer de la lectura, de un momento gastronómico o simplemente del descanso contemplativo. La ausencia del ruido nos lleva al placer del silencio, que es el sonido de la naturaleza en sí misma.
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