Descripción
Finca rodeada de olivos donde se erige la Hacienda de Vale Guardez, un cortijo construido en 1930, situado entre las localidades portuguesas de Estremoz y Monforte que de ser una granja agropecuaria se ha convertido en un alojamiento de agroturismo donde también se realizan retiros creativos y talleres artísticos entre artesanos locales y diseñadores nacionales e internacionales.
La propiedad tiene cinco dormitorios distribuidos en la superficie de 380 metros cuadros y con capacidad para un total de 10 personas y está disponible exclusivamente en su totalidad, con una estancia mínima de 4 noches en julio, agosto y Nochevieja y de dos noches en los restantes meses del año.
El cortijo está rodeado por un extenso jardín, con distintas zonas de estar y comer, que muestra la flora autóctona del Alentejo e incluye una soleada piscina junto al olivar. El estilo arquitectónico del edificio conserva los elementos de las casas típicas de la región y sigue las técnicas tradicionales portuguesas, con gruesos muros blancos y pequeñas ventanas con dos funciones principales: proteger del calor del verano y del frío del invierno. La franja negra a lo largo de la parte inferior de las paredes exteriores, típica de las Azores, alude a los orígenes de la familia. Las tejas rojas, los techos abovedados y el pavimento de piedra negra son dos claves arquitectónicas de la región del Alto Alentejo.
Las habitaciones, cada una distinta a la otra y equipadas con cama king size y ducha, reflejan una decoración austera de paredes encaladas y suelos de barro o piedra que transmite la paz y tranquilidad propia del campo. La casa cuenta con dos espacios para comer: un elegante comedor interior y un porche en la zona de cultivo del patio con una gran mesa de comedor. Piezas de arte y artesanía salpican las estancias. La cocina, con muebles de madera pintados de amarillo y encimeras de mármol de la de la región, está debidamente equipada con de inducción semiindustrial y todos los utensilios para los amantes de la cocina casera.
La casa dispone de tres estancias interconectadas: la acogedora sala de la chimenea, la sala de lectura y televisión y el salón con un gran balcón y grandes ventanas con vanos en arco que invitan a la reflexión, mientras se pone el sol en el paisaje alentejano. Esta granja cuenta con un espacio dedicado a la creatividad y a la realización de talleres y retiros: dos habitaciones interconectadas y un gran porche contiguo diseñado para albergar talleres y retiros creativos con artistas y artesanos locales y artistas nacionales e internacionales. Algunos artículos textiles de Marta Menéres estarán a la venta en la zona de talleres, entre otros realizados por artistas y artesanos de la región. Próximamente, ofrecerá también alojamiento para residencias artísticas.
La propiedad lleva la impronta en cada detalle tanto de su propietaria, la artesana textil Marta Menéres como la de su propio amigo Sam Baron, diseñador de origen francés, que diseñó el interiorismo y los exteriores. “El concepto de granja logra un delicado equilibrio entre lo contemporáneo local/rural y lo antiguo ofreciendo así una experiencia en la que sencillez y comodidad van de la mano”, indican.
El gusto de la propietaria por el arte y la artesanía se aprecia claramente en los elementos de diseño contemporáneo y las obras artísticas repartidas por toda la casa. Las lámparas de la sala de la chimenea firmadas por Sam Baron, junto con las ilustraciones de Mariana Fernandes en la entrada, los biombos de Carolina Maria y Silvia Lézico en los dormitorios, un cuadro de Joana Teixeira en el comedor, los espejos de Catarina Carreiras, la lámpara de Gonçalo Campos en uno de los dormitorios, las lámparas de ganchillo de Marta Menéres en el porche y las piezas de cerámica de Estremoz en el tiro de la chimenea de la cocina de Luís Rosa son prueba de ello.
Entre los servicios destacan: desayuno servido en una cesta bajo petición en el momento de la reserva; servicio de comidas preparadas previa reserva con cuatro días de antelación; Wifi en algunos lugares de la granja y en la casa, piscina de temporada; los huéspedes pueden disfrutar del precioso jardín que rodea la casa; equipo de limpieza y mantenimiento de jardines; y aparcamiento gratuito al aire libre.
No está permitido recoger plantas, flores o frutas en la propiedad, especialmente en el jardín. Dadas las características específicas de la propiedad y el riesgo que puede presentar, no admite menores de 12 años y los huéspedes de entre 12 y 18 años deberán estar acompañados por una persona que ejerza su tutela o, en su defecto, el adulto que los acompañe y sea responsable de ellos.
La masía Val tiene escaleras en su interior, dispone de dos habitaciones en un nivel inferior, por lo que no es apta para personas con necesidades especiales de accesibilidad, como sillas de ruedas.
No admite fumadores (incluidos los cigarrillos electrónicos) ni mascotas, salvo si son animales de apoyo para personas con discapacidad, siempre que estén debidamente documentados e identificados. Sólo se permite fumar en las zonas al aire libre, sin molestar a otros huéspedes y en estricto cumplimiento de las directivas rurales de prevención de incendios.
Para una información más detallada, te invitamos a visitar nuestra sección 5 estrellas, que encontrarás más abajo en esta misma página, después de las imágenes.
Detalles
- Referencia THSEPORCO0015
- Precio Consultar
- Metros construídos 380 m²
- Habitaciones 5
- Baños 5
- Localización Comporta, Portugal
Atributos
- Aire acondicionado
- Amueblado
- Calefacción individual
- Internet inalámbrico (Wi-Fi)
- Piscina
Tipos de evento
- Presentación
- Reunión
- Rodaje
- Sesión fotográfica
5 Estrellas
Este cortijo histórico se encuentra entre las ciudades portuguesas de Estremoz y Monforte, en una propiedad que se extiende a lo largo de más de 100 hectáreas, la mitad de ellas ocupadas por un olivar, donde crecen alcornoques, encinas y plantas de lavanda, romero, orégano y laurel.
Al ser una propiedad independiente goza de todas las orientaciones.
Está en una estratégica situación dentro del Parque Nacional de Doñana, una de las mayores joyas naturales de España, y en el corredor verde del río Guadiamar, calificado como Paisaje Protegido que se puede sobrevolar en globo y donde se puede practicar senderismo.
Una de las características más singulares de esta propiedad es que ha sabido mantener la esencia del tradicional de cortijo alentejano aunando al mismo tiempo la comodidad del uso actual y buscando ofrecer siempre un trato especial a sus huéspedes a los que brinda talleres y retiros creativos donde la experiencia del entorno se hace única.
Esta propiedad ofrece la posibilidad de realizar rodajes y producciones para medios de comunicación y la producción fotográfica o de vídeo con fines publicitarios o comerciales está estrictamente prohibida durante la estancia. Las filmaciones y la producción de material para medios de comunicación deben ser autorizadas por escrito por la granja y pueden estar sujetas al pago de una tasa. Además, organiza talleres creativos en general o en exclusiva con un artista o artesano, previa reserva con dos semanas de antelación sujeta a su confirmación en función de la disponibilidad del respectivo artista y del número de huéspedes interesados en realizar el taller.
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