Comerse el Retiro
Se ha convertido en uno de los barrios más gastronómicos de la ciudad. En la calle aledañas al madrileño Parque del Retiro, en sus márgenes, encontramos algunos de los templos gastro más concurridos y emblemáticos de Madrid.
Sus calles aparecen repletas de conceptos gastronómicos, para todos los gustos, que debes pisar si lo tuyo es el buen comer y el buen beber. ¿Una de las mejores arrocerías de Madrid puesta en marcha por el hijo del reconocido cineasta Luis García Berlanga? ¿Un homenaje al aperitivo y a los bares de toda la vida, con las conservas y escabeches como protagonistas? ¿Una barra informal en la que disfrutar de la cocina atlántica de la costa gaditana con base de recetas españolas, toques frescos y guiños a muy diferentes culturas? ¿Una de las tabernas más conocidas del barrio en la que poner todo al centro y disfrutar de las croquetas o la ensaladilla rusa más deliciosas de la ciudad? ¿Un viaje a lo más auténtico de la gastronomía mexicana de la mano del reconocido chef Roberto Ruiz sin moverte de Madrid?
¡Toma nota de estos cinco locales que rodean al Parque del Retiro y lánzate a disfrutar de la mejor gastronomía de la ciudad!
LA BARRA DE KULTO
Su barra, recién reformada, se ha convertido en una de las paradas imprescindibles si visitas la emblemática calle Ibiza. Allí, en su número 4, encontrarás Kulto, un espacio camaleónico, informal y divertido donde abrir el apetito con raciones madrileñas con identidad y fueras de carta de inspiración mediterránea y guiños a muy diferentes culturas. Su chef Jose Fuentes, al frente de los fogones, propone una fórmula perfecta para compartir en la que la cocina atlántica de la costa gaditana con base de tradicionales recetas españolas, toques frescos y aromas del mundo se convierte en la protagonista. No podrás irte sin probar algunos de sus platos más emblemáticos como su mollete de pringa (relleno de ropa viaje de cocido, pepinos encurtidos, hierbas y salseta) o su pepito de vaca vieja rubia madurada con pimientos verdes, salsa de habanero y lascas de queso payoyo. Como platos principales, no olvides preguntar por su deliciosa versión del atún con tomate (coronada por un huevo frito), su original ensalada de calabacín (con láminas de calabacín aliñadas con vinagre balsámico, tomates secos trufados, almendras y parmesano) o su socarrat con garbanzos con puntillitas y ali-oli de calamar. Siempre hay hueco para el postre y aquí, en Kulto, tendrás que terminar de su versión del clásico lemon pie, que preparan con merengue de violeta, helado de pieles de limón, galletas y almendras fritas. No olvides preguntar por sus fuera de carta, imbatibles.
HERMANOS VINAGRE, EL APERITIVO ES SAGRADO
El aperitivo es sagrado. El primer Hermanos Vinagre, ubicado en el número 58 de la Calle Narváez, encontrarás el lugar perfecto para dar rienda suelta a una de las comidas más importantes del día, con perdón del desayuno: el aperitivo. Este interesante y exitoso proyecto, que nace durante la pandemia, surge de la nostalgia y cariñosa idea de volver a dar vida a los bares de antaño. Hermanos Vinagre se convierte, así, en una taberna castiza del siglo XXI donde disfrutar de los clásicos chatos de vino, del vermú artesano, de una caña bien tirada y un delicioso aperitivo en el que las conservas, los escabeches o las gildas se convierten en los absolutos protagonistas. Homenaje a la cultura cañí, se ha convertido en uno de los locales más castizos de la ciudad, el lugar favorito de los amantes de los aperitivos largos y sin prisa. Su propuesta gastronómica está protagonizada por las conservas, de elaboración propia en su fábrica de conservas de Boadilla del Monte. El resultado son bocados como los ya emblemáticos mejillones en escabeche ahumado, los boquerones en vinagre o las anchoas hechas en casa. Entre sus últimas novedades, Hermanos Vinagre ha inaugurado recientemente un nuevo local en la calle Cardenal Cisneros, en el corazón de Chamberí, que se une a su segunda apertura en la calle Gravina, en el animado barrio de Chueca. ¡Larga vida al aperitivo!
UN ARROZ EN BERLANGA
Se ha convertido en una de las direcciones imprescindibles de la capital para los amantes de los arroces. El Restaurante Berlanga, ubicado en el número 41 de la calle Menéndez Pelayo, nace con la vocación culinaria de “casa de comidas” e impronta cultural, este restaurante ubicado frente al Retiro lleva el apellido de su artífice, José Luis García Berlanga, primogénito del aclamado cineasta Luis García Berlanga. Especialistas en arroces y cocina meditarránea levantina, con guiños a la comida más castiza madrileña y al tradicional tapeo, han logrado convertirse en parada clave para los que quieren disfrutar de un auténtico arroz. En su amplísima carta encontrarás arroces como el clásico “A banda” (con claro de morralla y galera), el arroz de tirabeques con foie, el de presa ibérica, dados de tocino y pimientos verdes o el “del Senyoret” (con gamón pelado, sepia, cazón y salmonetes). También la paella de puerro y rapa (homenaje a Antonio y Ana Resines), su paella de salmonetes y ajos tiernos o la clásica paella valenciana (de carne y verduras con garrafón). Además, el acogedor local decorado por el reconocido interiorista Pepe Vela Zanetti, cuenta con mobiliario, libros y recuerdos personales que Luis García-Berlanga tenía en su casa y que convierten a este restaurante en un espacio único y realmente especial. Pregunta por su colección de cómics.
ARZÁBAL, LA TABERNA DE SIEMPRE
En las mesas altas y la barra de Taberna Arzábal, uno de los locales más clásicos del Retiro, podrás disfrutar de una interesante propuesta perfecta para compartir que rinde homenaje a las tabernas de toda la vida. Una carta que apuesta por el disfrute gastronómico a través de elaboraciones muy cuidadas y con el producto como protagonista, ofreciendo una experiencia informal y de calidad en uno de los puntos más claves de la ciudad. Tendrás que preguntar por algunos de los grandes ‘hits’ de la cocina arzabalera, como sus croquetas de ibérico elaboradas con leche de oveja latxa, su clásica ensaladilla rusa con sardina ahumada, la oreja crujiente con salsa brava, el bikini de cecina y comté, los dados de merluza rebozada con mahonesa de perejil, la cazuelita de callos a la madrileña o las patatas a la importancia con cigalitas, entre otros. Además, aquellos que prefieren disfrutar de la propuesta de los chefs Álvaro Castellanos e Iván Morales sin prisas y con su correspondiente sobremesa, también podrán hacerlo desde su sala. Allí, la experiencia puede comenzar con su salteado de arroz con trufa y setas, con las alcachofas confitadas y a la brasa o los puerros confitados, para continuar con un plato de carne o pescado a la brasa, como el rapito o la chuleta de vaca rubia gallega. Para terminar, no olvides preguntar por su famosa torrija de pan brioche con helado de vainilla.
SABORES MEXICANOS EN BARRACUDA MX
Ubicado al otro lado del Retiro, junto a la Puerta de Alcalá, encontramos Barracuda MX. Este exitoso proyecto, el más personal del chef Roberto Ruiz, supone un viaje a lo mejor de la gastronomía mexicana sin necesidad de moverse de Madrid. La cocina de Barracuda MX es fresca, joven, accesible, y se desarrolla en un espacio diferente, pensado para hacer sentir el Pacífico y acercarnos a México. Su completísima carta comienza con deliciosos entrantes como el guacamole Barracuda MX servido con chicharrones, los mejillones al carbón en salsa de chile morita o la memela de pancita confitada con salsa fresca de jalapeño y amaranto enchilado. En esta fresca propuesta gastronómica no podían faltar elaboraciones como los emblemáticos aguachiles y ceviches con pescados frescos, elaborados en maceraciones cortas para aportar de forma sutil toques de picante y acidez, bien acompañados de sus imprescindibles totopos de maíz con guacamole, frijoles y salsas, como el ceviche verde de langostinos con tomatillo rostizado o el aguachile de lomo de res al carbón marinado con salsa de ajo asado y chiles fermentados. Como plato principal, no podrás irte sin tomar la estrella de la carta: su lubina a la talla con adobo rojo de chile guajillo y adobo verde de chile poblano, cocinada como la tradición marca, a la brasa y con un adobo de chiles ligeramente picantes que aportan un gran sabor y textura al plato, y que lo hace ideal para compartir en unos tacos.
Redactor: Álex de la Rosa
Álex es periodista y una referencia en el mundo de la gastronomía, creador del exitoso blog “Que no me la den con queso”.