The Sibarist

Entrevista a Tomás Alía

Es todo un referente en mundo del interiorismo y acaba de comisariar la exposición ‘Castilla La Mancha Diseña. Volver a la esencia’ que muestra una selección de artesanía en clave contemporánea para reflexionar sobre el papel y la riqueza de oficios ancestrales.

Pronto los Reyes le impondrán la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, es patrono de la Real Fundación Toledo, académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, embajador de la Michelangelo Foundation y de la Cerámica de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo, el diseñador Tomás Alía ha comisariado la exposición que ensalza el valor de la artesanía de Castilla La Mancha que estará abierta en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa hasta el 17 de marzo, dentro de la programación de Madrid Design Festival. En esta charla desgrana de qué se trata.

La cápsula del tiempo, realizada por Juan Manuel Marcilla, de Cestería Marcilla. Foto: cortesía de MDF.

¿Cómo surgió el ser proyecto invitado de Madrid Design Festival?

Esta invitación nació a partir de la buena relación mutua que mantengo con el gobierno de Castilla La Mancha y de mi papel como embajador de Talavera de la Reina, de la propia artesanía en general de Castilla la Mancha y, a su vez, de la Michelangelo Foundation y de la artesanía española en general. 

¿Cómo se está potenciando la disciplina de la artesanía entre los más jóvenes en concreto en CLM?

Actualmente, estamos intentando montar el primer Máster de Artesanía porque quiero elevar esta disciplina para que pase a ser un Grado universitario. Por eso estamos trabajando con la Universidad de Castilla la Mancha y por supuesto con el gobierno regional y de España, con la ventaja de que, aparte de apoyar las ideas que les propongo, que son muchas y muy variadas, es que existe una Dirección General, dentro de la de la Consejería de Economía, que se dedica a proteger el promover la artesanía y lo hace muy bien. Hay una directora general que es muy válida y lo hacen genial. 

 

Piezas en vidrio soplado de Luis Machí en la muestra. Foto: cortesía de MDF.

En concreto, ¿cuáles son tus propuestas?

Les propongo exposiciones, como el espacio que les diseñé en Casa Decor y, también, hago mucha curaduría. Por ejemplo, hemos conseguido que las labores de Lagartera se hayan declarado Bien de Interés Cultural, la cerámica de Talavera de la Reina y de Puente del Arzobispo se declararon también Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. En este sentido, el camino de las labores le sigue los pasos y lo vincularemos quizá a Marruecos porque hoy por hoy en Europa hay multitud de peticiones de concesiones y es mejor vincularlo a otros países como pasó con Talavera que lo unimos con México. 

¿En qué consiste la exposición?

Es una experiencia inmersiva a través de una proyección del cineasta y fotógrafo Eugenio Recuenco, con el realizador Greg A. Sebastián, que han trabajado cinco días con cinco cámaras, entrando en la materialidad de la propia artesanía, rompiendo piezas, metiendo las microcámaras dentro de la propia artesanía y escuchando su sonido, el golpeo, el sonido del barro, mil cosas. A través de la música, de los fundidos y de la eclosión de esa materialidad llega a convertirse en algo absolutamente mágico, es como un elemento orgánico que invade todo el espacio. 

¿Qué nos vamos a encontrar en esta puesta en escena?

En el centro hay una gran ‘cápsula del tiempo, realizada por Juan Manuel Marcilla, un artesano del mimbre de Lezuza (Albacete). La ha realizado en veinte días, junto a su hijo y tiene cinco metros de alto por tres de diámetro. La idea es contener la esencia de la artesanía, por un lado, petos que son gorgueras bordadas por mujeres de lagartera del siglo XVII y XVIII, junto a piezas de cerámica cedidas por la familia de Pedro Mercedes, el alfarero de Cuenca del que Picasso decía “solo hay dos tocados con la varita mágica en España”, el conquense y el propio artista malagueño. Son cuatro magníficas piezas que han venido protegidas como si fueran Picassos. Además de esa burbuja central, el recorrido se completa con elementos en forma de gajo, semicirculares, agrupados por familias, materias, artesanos y diseñadores. 

Tapiz de Aitor Saraiba. Foto: cortesía de MDF.

¿Cuáles son los nombres de estas instalaciones y en qué destacan?

Leandro Cano, diseñador de moda, junto a Fran Agudo, ceramista de Puente del Arzobispo, han hecho un collar gigante casi un elemento escultórico; un elemento sorprendente es el tapiz de Aitor Saraiba que también expone sus cerámicas; un soplador del vidrio, Luis Machi de Albacete que es maravilloso; dos ceramista consagrados como son el exquisito Fernando Alcalde, inspirado en el orientalismo y obsesionado con todo lo que abarcan las manos juntas dando forma a cuencos llenos de sutileza, y Fernando Garcés, otro ceramista top que ha expuesto por todo el mundo y trabaja la terracota y el esmalte; está la artista en porcelana María Camisón; una artesana que  trabaja el hierro a nivel escultórico con mucha carga poética detrás; de Albacete, viene Sergio Rosa; de Ciudad Real, está Aurelio Arce que trabaja la madera pasmada, que se corta con luna llena; Justino del Casar, que da formas orgánicas a pasta de papel y crea esculturas muy expresivas; Wooldreamers (Ramón Cobo) junto a Concepción Moreno (Chirri Moreno); Taller de Cerámica de San Ginés en colaboración con Andrea Santamarina; y, luego está mi madre, Pepita Alía, como tesoro viviente, con 93 años que ha hecho un textil plisado como los de Fortuny, para completar en total hasta 17 artesanos. 

Tomás Alía, Silvia Hengstenberg y Beatriz Fabián en un momento de la entrevista

¿Cómo has hecho la selección?

He mapeado casi toda España con la Michelangelo Foundation para visitar todos los talleres con el objetivo de crear piezas singulares y únicas para la exposición, en tiempo récord desde el cono gigante hasta muchas de las piezas, salvo las antiguas y las de Pedro Mercedes. Tuvimos la suerte de que se enamoraron del proyecto y ha sido muy interesante.

Cerámica con sang de boeuf de Fernando Alcalde y textil de Aitor Saraiba. Foto: cortesía de MDF.

¿Cuál ha sido uno de los descubrimientos que más te han impactado?

Ramón Cobo presenta un tapiz con la artista Chirri Moreno muy interesante porque la familia del primero lleva cien años recogiendo lana, un material que en la Edad Media era como tener oro y que se ha denostado, se desprecia a los pastores, se tira la lana y se les denuncia porque es un residuo. Esta familia es de las pocas que recogían la lana, la esquilaban, lavaban, cardaban, hilaban y tejían para mandarla a China. Ahora la lana se considera como muy sostenible es natural, no contamina, se emplea en arquitectura como aislante y como elemento decorativo. Cobo está identificando hasta 20 especies ovinas, sigue la trazabilidad de la lana y genera contenidos. Con vellones de lana y sobre una urdimbre de Cobo, Chirri ha ido creando una pieza y me resulta un tema apasionante.

¿Qué papel ha jugado la puesta en escena?

Consiste en una apuesta muy diferente en contraste con la forma habitual de exponer arte y artesanía. Normalmente lo que se hace es inundar las piezas con luz artificial y yo lo que quería era lo contrario, apagar. Que la propia inmersión de la proyección invadiera la propia pieza y la bañase con las imágenes. Entonces se trataba de tener una luz muy tenue, una sala apenas iluminada, para hacerlo más experiencial. El resultado es un recorrido muy cómodo, te invita a circular en torno al elemento icónico, de forma que el espectador tiene una impresión sorprendente, inmersiva para disfrutar. Estamos muy contentos porque nos están pidiendo su itinerancia, incluso fuera de España, justo estamos trabajando en ello y aún no se puede contar.

¿Cuál es el calado de la artesanía en estos momentos?

La gente confunde manualidades con artesanía y artesanía con maestría y ésta con excelencia y son cosas muy diferentes. En España estaba muy denostada y no había conciencia, como sí ha pasado en el mundo sajón, de lo importante que es. Esto es la seña de identidad del país, la famosa marca España está en manos de la maestría artesana, ni en los toros ni en la paella, está en la salvaguarda de la maestría artesana y el nuevo lujo viene por ahí seguramente, por lo hecho a mano.

 

Cerámica contemporánea de Aitor Saraiba. Foto: cortesía de MDF.

¿Cuál es el cambio que ha despertado ese boom?

Se ha puesto absolutamente de moda y la gente habla disparates de la artesanía sin criterio ninguno. El fenómeno ocurrido en la gastronomía a raíz de la existencia del Basque Culinary Center, que ha creado una carrera universitaria y ahora los chefs se consideran casi como astronautas, es lo yo quiero hacer con los artesanos, elevarlos.

¿Qué futuro tiene la artesanía?

Vivimos en un mundo globalizado y creo que el movimiento social y cultural tiende a la singularidad, a luchar por lo bello, por lo lento por lo para siempre que es un poco el lema de esta nueva conducta de la artesanía. Lo hablaba con Andreu Carulla, que presenta en la ILE un proyecto interesante sobre lo rural, y coincidimos en que la única posibilidad de recobrar la España vaciada es con artesanos, generando sociedades de artesanos como decía el fundador de la Bauhaus. Ahora Europa pretende refundar este movimiento con la Nueva Bauhaus y lo principal es crear una sociedad de artesanos sin distinción de clases. Esa es la base, crear esa nueva sociedad donde los chavales no quieran ser todos ingenieros o informáticos sino que les encante convivir, ser sostenibles, vincularse al territorio, pensar con las manos, como yo digo todo. Esto es decisivo para que se produzcan cambios en la sociedad. 

Cerámica de Leandro Cano, con Dejuan Vajillas (Fran Agudo) en el montaje escénico de Eduardo Recuenco. Foto: cortesía de MDF.

¿Crees que es clave impulsar la formación?

La escuela es necesaria y la formación es la clave. Estoy trabajando con Edit Napoli, feria a la que acudimos por tercera vez, y me piden jóvenes talentos de 30 años, con la condición de que hayan empezado a tener su empresa artesana máximo tres años, y es que hay que trabajar en formar a la gente joven. También colaboro mucho con la Red Española de Desarrollo Rural y, por ejemplo, en noviembre nos llevamos a cien jóvenes a Málaga para que hicieran emprendimiento en artesanía. Allí estaban: Aitor Saraiba, Leandro Cano y Javier Menacho, un artesano de la piel de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), escogido por Maria Grazia Chiuri para crear la colección crucero de Dior. España es muy rica y diversa. José Andrés dice que España es rica en alimentos y somos multimillonarios en artesanía, lo que pasa es que muchas identidades están a punto de desaparecer y están en la lista roja por lo menos el 40%, entre ellos, sopladores, hojalateros, tejedores… que van desapareciendo.

¿En qué estás trabajando ahora desde el Estudio Caramba? 

En viviendas unifamiliares, un par en La Moraleja de nueva construcción pero lo que lo que estamos haciendo sobre todo son hoteles. He terminado Nodo en San Sebastián, otro en Sicilia divino, en Canarias estamos terminando y empezando otro más. Con dos en Madrid, uno en la calle Zorrilla y otro en El Corte Inglés de Princesa, estamos con el Hospes de Valencia y hemos terminado uno en Mallorca.

Montaje de la exposición en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa. Foto: cortesía de MDF.

¿Qué es lo que más te gusta de todo, con qué disfrutas más? 

Cuando un proyecto tiene contenido cultural, me encanta y, sobre todo, me gusta la parte de investigación de los proyectos, me divierte cuando tengo que investigar las identidades propias del país. Luego ya los proyectos en desarrollo toman su camino propio y yo desaparezco un poco.

Un sueño que aún te gustaría que se cumpliese es…

Hacer un homenaje a la excelencia artesanal y esto se consigue con exposiciones como estas. Estoy muy contento, los artesanos están felices. También tengo muchas ganas de proyectar un espacio de pensamiento, de meditación, algo muy hacia adentro, donde la gente pueda llegar allí, relajarse y encontrar paz.

Estoy buscando en Toledo, un lugar histórico, lo mejor es que sea público, donde haya talleres de formación de artesanos de distintas disciplinas, con profesores que enseñan in situ a crear, por un lado, con asignaturas obligatorias y, por otro lado, emprendimiento empresarial. La formación debería abarcar un poco la historia de la artesanía y, sobre todo, aprender a aplicar el diseño. Sería como una residencia para artesanos y artistas que trabajen juntos y, además, un sitio donde puedas abrir las puertas, recibir a la gente y que se pueda comprar artesanía. 

Una de mis reivindicaciones es que dependemos del Ministerio de Industria, pero nosotros somos una industria cultural y como tal nos tienen que tratar. Debemos tener el 12% como el cine, estar exentos de IVA, en muchos aspectos, la artesanía se tiene que tratar como parte de la cultura del país.

Tomás Alía, Silvia Hengstenberg y Beatriz Fabián en El Invernadero

Redacción: Beatriz Fabián

Beatriz es periodista especializada en contenidos editoriales offline y online sobre diseño, arquitectura, interiorismo, arte, gastronomía y estilo de vida.

Del 7 de febrero al 9 de abril la ciudad de Madrid vuelve a concentrar interesantes citas con el diseño, la arquitectura y la artesanía con motivo de la sexta edición de Madrid Design Festival que, bajo el lema Rediseñar el mundo, en esta ocasión tiene a Sevilla como ciudad invitada y que con la participación de destacadas marcas e instituciones culturales congregará a casi 600 profesionales de las citadas disciplinas.
Atentos a nuestras recomendaciones.