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Un día de arquitectura, arte y diseño con… Galería Solo

El proyecto arquitectónico Solo Houses acoge Summer Group Show

El proyecto arquitectónico Solo Houses acoge Summer Group Show, la primera edición de una singular muestra anual que inician sus impulsores, los galeristas Eva Albarrán y Christian Bourdais, fundadores de la Galería Solo y creadores del proyecto Solo Houses. Ubicada en el entorno natural de Matarraña (Bajo Aragón), en ella artistas nacionales e internacionales presentan proyectos que desafían la percepción del espacio en diálogo con la naturaleza y el entorno.

Esta primera muestra, que se inauguró el pasado el 24 de mayo y se prolongará durante seis meses, reúne un total de nueve proyectos de artistas con los que trabaja galería Solo, junto a otros propuestos por los galeristas Juana de Aizpuru y Emilio Álvarez, director de Àngels Barcelona.

Ugo Rondinone, Iván Argote, Barozzi Veiga, Christian Boltanski, Peter Bownsbrough, Olivier Mosset, Fernando Sánchez Castillo, Pezo Von Ellrichshausen y Héctor Zamora son los artistas que participan en esta edición.

Las obras expuestas constituyen instalaciones temporales, algunas de existencia previa y otras creadas para la ocasión, que se presentan diseminadas por el recinto de Solo Houses: al aire libre y en plena naturaleza. Este proyecto plantea, sin duda, una noción de galería de arte como espacio de encuentro y experimentación, más allá de su concepción como lugar cerrado de exposición. En una suerte de reinvención del País del Tierno, durante este viaje las paradas del recorrido están marcadas por las nueve obras de arte que componen la exposición, dos de las cuales han sido creadas específicamente para esta ocasión y otras han sido reconstruidas para el entorno de Matarraña.

Un atractivo reclamo cultural que hará aún más especial pasar unos días de vacaciones en Solo Houses este verano.

SOLO OFFICE KGVDS

SOLO PEZO

SOLO HOUSES

Con el objetivo de confrontar el arte con la arquitectura y el paisaje, y facilitar la nuevas experiencias y formatos para los arquitectos en sinergia con el entorno natural, Bourdais y Albarrán pusieron en marcha Solo Houses, la primera colección de arquitectura en Europa.

Situada al borde del Parque Natural des Ports, se compone de quince viviendas (dos construidas y trece en proyecto), inmersas en plena naturaleza, rodeadas solo de sí mismas. El diseño único de cada casa es fruto de la invitación de los galeristas a doce de los estudios de arquitectura más innovadores del mundo, a los que se dio carta blanca para concebirlas. El campo abierto entre estas casas se convierte ahora en espacio expositivo que pone en conversación arte, arquitectura y naturaleza circundante.

Con esta perspectiva, la primera exposición colectiva Summer Group Show de Albarrán y Bourdais promueve la integración de la experiencia arquitectónica con la artística, completando el singular ciclo de Solo Houses: arquitectura, naturaleza y arte.

Fotografías e información: Galería Solo

Ugo Rondinone – Kissing the void, 2012

La obra se compone de un campo de piedras, de pequeño tamaño, pintadas en un solo color fluorescente. Establecen una forma geométrica plana rodeada por un marco de acero oxidado. Rondinone se basa en los principios del land art —en los que la obra estaba ligada estéticamente al paisaje y a la naturaleza que la rodea—, y así utiliza materiales naturales que vuelve artificiales gracias al brutal contraste que introduce el color en esta obra.

Olivier Mosset – Cimaise, 2012

Para Mosset, una gran obra es aquella en la que el espectador no ve «nada más allá de lo que hay». El artista la presenta de cinco formas diferentes en las que los cinco bloques de hormigón varían su posición: en círculo, en fila, en paralelo, con forma de panóptico, con forma de pentágono y superpuestas. Cada una de estas presentaciones es la misma obra, otorgándole el protagonismo al material y la forma de cada uno de los bloques, que se suceden manipulados hasta la neutralidad y transformados en esculturas monumentales que parecen estar a la espera de la pintura ausente.

Christian Boltanski – Animitas, 2014

Quinientas campanas japonesas se colocaron según la configuración de las estrellas en la noche que nació Boltanski. Cuando sopla el viento, las campanas tintinean suspendidas de unas finas cañas metálicas produciendo un delicado campaneo, mientras que las placas fijadas en cada una reflejan la luz. Animitas se estableció en 2014 en el desierto de Atacama (Chile) y desde entonces se ha repetido en otros contextos, incluyendo un paisaje nevado de Canadá, un bosque en Japón o en el mar Muerto de Israel.

Peter Downsbrough – Todos, 2017

TODOS ofrece una reflexión sobre la importancia de la posición adoptada: la de la escultura dentro de su contexto, la del espectador frente a la obra, la del artista dentro del mundo que le rodea. Dentro de estas complejas estructuras, la posición de cada elemento juega un papel decisivo, tanto en el lenguaje como en la arquitectura. Las líneas y las palabras utilizadas para subrayar la arquitectura ofrecen un pasaje de apertura hacia el entorno, hacia la interpretación, invitando a desplazar nuestra mirada para leer el lugar, el contexto y la obra con un papel diferente; así, el espectador se convierte en participante.

Iván Argote – Melting Bodies, 2017

«Somos tiernos» es la frase que se puede leer en la valla publicitaria que conforma la obra. A diferencia de las vallas convencionales, el texto está perforado sobre el metal que sirve de soporte a la valla y deja entrever el paisaje que está alrededor. La obra refleja la posibilidad de combinar el compromiso y la sensibilidad en una misma estructura, dando un mensaje en el que se complementa el soporte con el significado.

Fernando Sánchez Castillo – Evento, 2010

El artista ha creado un monumento a las barricadas erigidas en las ciudades españolas en las recientes manifestaciones con el más valioso de los materiales esculturales, el bronce, empleado desde siempre para la construcción de monumentos conmemorativos. Su Barricada Collage. La naturaleza de lo social (2014) consta de impresiones «naturales» al vacío de objetos cotidianos reconvertidos para la «lucha callejera», elevando el conjunto de ramas, neumáticos y botellas a monumento de resistencia. Muchas veces son precisamente los monumentos históricos en el espacio público los que nos parecen tan evidentes, como escribió Robert Musil: «Lo más llamativo de los monumentos es justamente que uno no se da cuenta de ellos».

Barozzi Veiga – A sentimental Monumentality, 2015

El trabajo de los últimos años de los arquitectos Fabrizio Barozzi y Alberto Veiga ha girado sobre el intento de dignificar lo público como espacio de la colectividad, definiendo una arquitectura específica para su entorno. Dándole importancia al vínculo sentimental que se establece entre la arquitectura y su entorno, buscan identificar una arquitectura que aspira a otorgar dignidad, identidad y sentido de pertenencia a los lugares de la vida civil. Este tipo de obras son para ellos ejemplos de arquitectura específica y autónoma a la vez, capaz de preservar la riqueza y la singularidad de cada lugar sin dejar de descubrir los inesperados paisajes que esconde.

Héctor Zamora – Truth Always Appears as Something Veiled, 2017

En referencia al dibujo de un laberinto descubierto en una piedra encontrada en Cnido (Turquía), Héctor Zamora creará una estructura laberíntica. Este tipo de laberintos proporciona una ruta circular que lleva hasta el centro y vuelve sin presentar opciones alternativas o atajos; son laberintos que se oponen a los occidentales que crean una red de opciones para el caminante. Las paredes de ladrillo perforado obstruyen la vista parcialmente, ofreciendo «una nueva percepción entre lo oculto y lo abierto». Esta permeabilidad visual pretende recuperar los muros semi-translúcidos y semi-abiertos del laberinto, y establece una contraposición con el concepto clásico de «laberinto», en el que el muro imposibilita la visión y obliga a recorrerlo en búsqueda de su centro.

Pezo von Ellrichshausen – Deci, 2016

«Alguna vez imaginamos una habitación sin muros y sin techo, apenas confinada por tres esbeltas columnas. La habitación sería generosa al punto de perder dos de las columnas contra el horizonte. Al poco tiempo corregimos nuestra modestia; la habitación tendría que replegarse contra la única esquina conocida de su planta triangular (…). Diez años más tarde (…) volvimos a dibujar lo que recordábamos de esta ingenua idea. Naturalmente, el tiempo derribó dos de las columnas. Ahora la tercera columna (…) disimularía todo el recinto y sus alrededores. Esta vaga y solitaria columna, con algo de fortín penitenciario y algo de obelisco decorativo, no solo serviría para encerrar cada paisaje que le toque sino también para cancelar cualquier remota posibilidad de salir de él».