Descripción
Con una arquitectura compuesta por tres módulos y proyectada por Taller Alberto Calleja, este unifamiliar que se confunde con el paisaje con el que interactúa, se encuentra en Puerto Escondido, en la Villa de Tututepec, que significa ‘cerro del pájaro’, el pueblo más antiguo del estado de Oaxaca, en México.
Inmersa en un paisaje frondoso, la casa es una construcción realizada en hormigón a la vista, cañizo y madera con estilo de inspiración brutalista cuyo diseño logra que pase prácticamente inadvertida. Tiene 280 m2, distribuidos en una sola planta y construida en 2018, tiene capacidad para 10 personas y cuenta con 5 dormitorios, cuatro baños y un aseo, además de salón, comedor y cocina. Éstos últimos espacios están en el exterior protegidos por un porche con estructura de madera y techos de paja. Dentro, para mantener el contacto con el exterior, destacan los paneles de tablillas de madera instalados de suelo a techo que filtran la luz y permiten la ventilación.
En el exterior la construcción de vigas de madera dispone de amplias zonas a la sombra con porches donde se han dispuesto agradables zonas de estar y para comer al aire libre equipadas con mobiliario de madera a las que se suma un solárium junto a la piscina privada de tipo alberca y con vaso rebosante. En esta zona hay una barbacoa.
Entre los servicios ofrece staff privado, portero, WiFi, aire acondicionado.
La estancia mínima es de tres días y puede incluir desayuno, comida y cena.
Para una información más detallada, te invitamos a visitar nuestra sección 5 estrellas, que encontrarás más abajo en esta misma página, después de las imágenes.
Detalles
- Referencia THSTMEPUE0001
- Precio Consultar
- Metros construídos 280 m²
- Habitaciones 5
- Baños 5
- N° de personas 10
- Localización Puerto Escondido, México
Atributos
- Aire acondicionado
- Amueblado
- Internet inalámbrico (Wi-Fi)
- Piscina
- Porche
- Portero
5 Estrellas
La construcción, inmersa en un paisaje montañoso, disfruta de increíbles vistas panorámicas.
Al estar a pocos metros de la playa, permite andar descalzo por la arena bajando por una leve pasarela de madera que arranca desde la propia casa.
Al estar rodeada de árboles y vegetación, los aromas de la naturaleza se perciben en estado puro.
Degustar de los ingredientes locales cocinados en la barbacoa exterior con vistas espectaculares.
El silencio solo lo rompen el canto de los pájaros y, al fondo, el rumor de las olas.
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