Casa de ensueño en el centro de Comillas

Esta magnífica propiedad de arquitectura ecléctica fue construida en la época de 1850-1900 y conserva una tipología de Villa y uso dedicado a vivienda unifamiliar. En el pasado alojó temporalmente la oficina de Telefónica de la localidad cántabra por la que la conocen como usuarios los más mayores del pueblo, servicio que se encontraba situado en la planta baja del edificio hasta su abandono en los años 80.

La construcción, cuya antigüedad se remonta a finales del XIX, ha sido sometida en 2018 a una rehabilitación integral y a su adecuación estructural y espacial con el objetivo de permitir desarrollar un uso residencial adaptado plenamente a las comodidades modernas. Por este motivo, solamente se conservaron la cimentación, la balaustrada y las fachadas y tejados rehabilitados con sus azulejos y tejas originales, para lo cual hubo que fabricar muchos elementos idénticos a los originales para recobrar su estado original.

La escalera, que se encontraba completamente destrozada, fue desmontada, rehabilitada y vuelta a montar, tanto en sus elementos de madera como de hierro. También se ha realizado la restauración de los elementos catalogados y se ha mejorado el patio, creando una vivienda muy luminosa para lo que los huecos perimetrales y claraboyas resultan una ventaja, ya que potencian la relación con el exterior.

La claraboya central juega visualmente con la estructura de la cubierta creando un pozo de luz en la escalera, y filtrando la luz natural hasta la mayor parte de las estancias comunes. De esta forma, este eje central se convierte en el auténtico corazón del edificio.

En cuanto a la distribución, se ha creado un espacio diáfano que engloba las zonas comunes, en la planta baja, y una zona más privada, en las plantas superiores. La escalera marca el eje central del proyecto, convirtiéndose en gran protagonista.

Las principales características del edificio son su originalidad por su arquitectura ecléctica que destaca por el tratamiento de la sillería y por su singular revestimiento de azulejo en las fachadas. La cubierta de la casa es a cuatro aguas, dos de ellas achaflanadas, mientras que, en sus fachadas sur, este y oeste, cuenta con tres miradores abuhardillados y su cumbrera culminada con unos originales remates de barro cocido recuperados también del edificio original.

En el proceso inicial de la excavación, se descubrió un sótano abovedado oculto hasta ese momento, que había sido usado en el pasado como aljibe y que suministraba agua a toda la vivienda en la época en la que todavía no había suministro público en la villa.

También se optó por su rehabilitación para respetar la originalidad de la edificación. El sistema estructural se constituyó por muros de carga de piedra existentes y por una estructura de acero que aligeró la cimentación existente y permitió reducir el canto de los forjados, consiguiendo
así una mayor altura útil en la planta baja cubierta y poder generar grandes espacios libres donde la iluminación natural es ahora la protagonista.