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Descripción
En pleno corazón verde de Cantabria y a un paso del mar, se encuentra esta joya arquitectónica del siglo XVIII.
Se trata de una casona blasonada, con fachada de piedra y arquerías, cuidadosamente restaurada para conservar el alma de las antiguas casas solariegas, reinterpretada con sensibilidad contemporánea y un estilo acogedor.
Rodeada de naturaleza y bañada por la luz del norte, esta propiedad ofrece un refugio tranquilo e inspirador para quienes buscan belleza, autenticidad y conexión con el entorno.
Situada en Galizano, un recoleto pueblo de Ribamontán al Mar, rodeado de verdes prados y a tan solo 5 minutos de las playas de Somo, Langre y Ajo. Frente a la bahía se encuentra la ciudad de Santander, accesible fácilmente. Un entorno único donde descansar, desconectar y disfrutar de la naturaleza cántabra.
Distribución:
Construida originalmente en 1685, esta antigua casona solariega ha sido completamente rehabilitada respetando su esencia. Sus vigas de roble y sillería centenaria conviven con una cuidada decoración que combina mobiliario moderno, piezas restauradas y antigüedades, logrando un equilibrio entre tradición, diseño y confort.
Cuenta con una superficie construida de 800 m² distribuidos en dos plantas, dentro de una finca de 5.000 m² de jardines y espacios exteriores.
El alojamiento cuenta con 16 habitaciones completamente equipadas, todas ellas diferentes y diseñadas con personalidad propia. En conjunto, tienen capacidad para 32 huéspedes, lo que convierte esta casona en una opción ideal tanto para grupos como para escapadas individuales. Una de las habitaciones es una suite accesible ubicada en la planta baja, adaptada especialmente para personas con movilidad reducida.
Las estancias se distribuyen en torno a un amplio jardín con árboles centenarios, rodeadas de zonas comunes llenas de encanto y carácter. La decoración mantiene una identidad única que combina tradición, diseño y confort, transmitiendo una atmósfera de historia, calma y calidez.
Entre los espacios compartidos destaca un salón acristalado, perfecto para relajarse, equipado con sofás, butacas, taburetes altos tipo bar y una zona de juegos de mesa. Cabe mencionar que esta zona es libre de mascotas. Además, la casona dispone de una biblioteca y una sala de reuniones con mesa grande y enchufes, pensadas para quienes desean compaginar descanso con teletrabajo o encuentros profesionales.
El comedor interior está diseñado para ofrecer desayunos y cenas en un entorno acogedor, con una distribución de varias mesas: una para 6 personas, otra para 4, cuatro mesas dobles y una mesa redonda para 5 comensales. También hay un porche cubierto, ideal para disfrutar de comidas al aire libre, y que además es pet-friendly. Por último, la terraza exterior cuenta con mesas, sillas, sombrillas y una zona habilitada para fumadores donde se permite la presencia de mascotas.
Entre los servicios que ofrece el alojamiento incluye: wifi rural, desayunos y cenas elaborados con productos locales con carta disponible, honesty bar, clases de yoga en el jardín, staff privado, calefacción en todo el alojamiento, opción pet-friendly en zonas específicas, atención baby-friendly con posibilidad de añadir cunas y camas supletorias en algunas habitaciones, parking exterior exclusivo para huéspedes, uso turístico autorizado y disponibilidad para eventos y rodajes.
Para una información más detallada, te invitamos a visitar nuestra sección 5 estrellas, que encontrarás más abajo en esta misma página, después de las imágenes.
Detalles
- Referencia THSTESCAN0013
- Precio Consultar
- Metros construídos 800 m²
- Superficie parcela 5000 m²
- Habitaciones 16
- Baños 17
- N° de personas 32
- Localización Galizano, Cantabria
Atributos
- Amueblado
- Calefacción individual
- Cocina equipada
- Internet inalámbrico (Wi-Fi)
- Jardín
- Terraza
5 Estrellas
La vista se deleita con la armonía del jardín, lleno de flores que cambian con las estaciones, la luz dorada que atraviesa las hojas al atardecer, y las vacas pastando tranquilas en los campos que rodean la Casona. Todo invita a mirar despacio y con asombro renovado.
El tacto cobra vida entre sábanas de algodón de alta calidad, toallas suaves, la textura noble de la madera antigua o la tierra bajo los pies descalzos al cruzar el jardín. Cada estancia invita a tocar, a sentir, a detenerse.
El olfato se deja llevar por la brisa marina, el perfume de las flores del jardín y el aroma del pan recién tostado que llega cada mañana desde la cocina. Cada rincón huele a hogar, a naturaleza, a calma.
El gusto se revela en cada bocado: nuestra carta de desayunos está basada en productos locales, ecológicos y artesanales, y por las noches ofrecemos cenas caseras, honestas y reconfortantes, que celebran la cocina de cercanía y el sabor de lo sencillo bien hecho.
El oído se afina con el canto de los pájaros al amanecer y los últimos trinos al caer la tarde. El silencio aquí no es ausencia, sino melodía: el susurro del viento en los árboles, el crujir de la madera, el murmullo de la vida en calma.
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