Manolita Chen, un asiático fusión donde el espectáculo está servido
El legado de una saga precursora de la restauración china en España
Manolita Chen, el legado de una saga precursora de la restauración china en Madrid
Manolita, la tía bisabuela de Eva Chen, nació en Vallecas y se convirtió en una auténtica estrella de las variedades en la España de los años cincuenta y posteriores, una vedette de revista que fundó el Teatro Chino en 1950 con Chen Tse-Ping y su hermano, el bisabuelo de Eva. Después, su abuelo levantó la primera cadena de restaurantes chinos de España, La Gran Muralla. Y su padre dio un paso más con el Grupo Tao, sumando hasta once locales asiáticos que convirtió en lugares de moda, algo impensable anteriormente para un “local chino”.
EL ESCENARIO
Eva dejó su prometedora carrera en Repsol para continuar el legado familiar comandando primero con La Pagoda y Duck&Sushi y ahora con Manolita Chen allí donde su abuelo abrió La Gran Muralla.
La decoración es obra del estudio de interiorismo Alejandra Pombo, que ha realizado un homenaje a Manolita y el mundo de plumas, telones, flecos y fantasía desinhibida que fue y que ahora toma forma de restaurante asiático fusión.
FOTOGRAFÍA: MANOLITA CHEN
LA PERFECTA FUSIÓN ENTRE ASIA Y ESPAÑA
Aquí encontramos una recopilación de platos y sabores de diferentes países de Asia enfocados desde la perspectiva personal de Eva Chen y su marido: una carta en la que no encontrarás el tradicional arroz tres delicias pero sí falsos huevos rotos de atún rojo o dim-sums de cristal rellenos de langostinos. Es una doble adaptación: primero la que hicieron sus familiares al introducir los sabores chinos en los paladares españoles poco curtidos en su momento en exotismos y después la que ella pone en práctica con recetas de fusión y emplatados que hoy día son reconocibles ya por todos.
Cuentan con una larga carta (en la que encontramos continuos guiños al antiguo Teatro) y no sabíamos decidirnos, ya que tenía todo una aspecto espectacular, por lo que nos dejamos recomendar por la camarera. Ésta nos propuso empezar con unas palomitas de langostino acompañadas de una mayo muy suave que lleva un poco de chili dulce que realmente nos sorprendieron y que creemos que son un must del restaurante. Adictivas.
De los demás entrantes nos decidimos por sus icónicas gyozas de pato con foie, una verdadera definición del concepto fusión que trabajan. Después nos ofrecieron elegir un plato frío y otro caliente para completar el menú para dos personas, y nos decantamos (cómo no) por un sabroso tartar de atún rojo de primerísimas calidades y un teppanyaki de solomillo de ternera a la plancha japonesa en dados acompañados de bimi.
LLEGAMOS AL FINAL DEL ESPECTÁCULO
¿Has dejado hueco para el postre? En Manolita Chen también cuentan con un apartado dulce que no te dejará indiferente, déjate enamorar por el cheesecake de mango y coco o el surtido de mochis helados.
Y si lo prefieres, prepárate para un surtido de cócteles, donde tendrás que decidirte por los melosos como Yuzu Manolita, con tequila blanco, yuzu, Aperol, tónica y sal de té matcha, o por alguno sin alcohol como el Refresha-Lime, con sorbete de limón, cilantro, pepino, jengibre y miel, ideal para el verano que se acerca.
FOTOGRAFÍA: MANOLITA CHEN
Precio medio comida de carta: 25-30 €
Dirección: Castelló, 18
Teléfono: 911 52 27 91