The Sibarist

Entrevista ACdO

Hablamos con los fundadores de ACdO de sus proyectos de éxito como PET Lamp basados en el compromiso social, cultural y con el entorno.

Álvaro Catalán de Ocón, Enrique Romero de la Llana y Sebastián Betanzo

Álvaro Catalán de Ocón, Premio Nacional de Diseño 2023 en la categoría profesional, otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, Enrique Romero de la Llana y Sebastián Betanzo forman ACdO, siglas de Autoproducción y Comercialización de Objetos, tres emprendedores que han alcanzado lo global a partir de la periferia a base de aplicar el compromiso social y la artesanía ancestral desde la idea de sostenibilidad. Y lo han hecho de forma orgánica y natural a la luz de su proyecto estrella, PET Lamp que lleva brillando desde hace una década.

Estas lámparas fruto de combinar la cestería tradicional y la reutilización de botellas de plástico PET han estado, entre otros destacados centros de diseño y arte, en galerías como M+ de Hong Kong o Rossana Orlandi y en museos como el Victoria and Albert Museum de Londres, la National Gallery of Victoria de Melbourne (Australia), el Museo del Diseño de Barcelona, el Musée des Arts Décoratifs (MAD) y el Centre Pompidou de París. Los datos que avalan tanto su presencia en el mundo como el impacto social y económico que han generado son apabullantes y los ilustra de forma muy didáctica su libro de 300 páginas titulado A journey through 10 years of PET Lamp. 

Visitan El Invernadero para contarnos cómo han ido transformándose desde perfiles muy diferentes, Álvaro y Enrique tienen formación en diseño y Sebastián, en economía. También pertenecen a distintas generaciones y han ido engranando sus conocimientos y labores hasta hoy para seguir aportando ideas brillantes en el mundo del diseño e ilustrarnos sobre una forma de vida y una actitud frente a aquella.

Lámpara PET Lamp modelo Ramingining, pieza única, y alfombra N. 6 Ganges de la colección manifiesto Plastic Rivers para GUN Rugs, en el estudio de ACdO. Foto: cortesía de ACdO.

Ante todo, enhorabuena por el premio nacional, ¿qué supone este reconocimiento en nuestro país para ACdO? ¿Cómo lo estáis viviendo?

ACdO (Álvaro Catalán de Ocón). Con el teléfono como una máquina de palomitas, siempre hemos trabajado el diseño desde la periferia, vine de Barcelona, abrí el estudio en Carabanchel, para trabajar con artesanos, en autoproducción y ajeno a los canales de la industria. Siempre me ha gustado estar en esa línea intermedia de las cosas y que se valore esto y desde el Ministerio de Ciencia e Innovación es muy importante, porque el diseño siempre ha estado en aguas de nadie.

¿Cómo son los inicios de ACdO? 

ACdO. Todo surge en 2011, cuando viajo por primera vez a Colombia, se hacen los primeros prototipos en Madrid y Enrique se une al equipo como becario. El proyecto PET Lamp queda en stand by hasta que, en 2012, hacemos un taller en Colombia y el proceso se completa con Sebastián que a nuestros potenciales en diseño aporta el económico para cubrir los tres pilares, venta, producto y diseño. De ahí, van surgiendo proyectos como Eperara-Siapidara (2012), en Colombia; Chimbarongo (2013), en Chile; Abyssinia (2014), en Etiopía; Kyoto (2015), en Japón; Mapuche (2016), en Chile; Ramingining (2016), en Australia; Pikul (2018), en Tailandia; y Bolgatanga (2019), en Ghana. 

SB (Sebastián Betanzo). ACdO nace del proyecto PET Lamp y viendo el éxito que se genera y la atención que recibe de los medios decidimos usarlo como una plataforma que se transformó en lo que somos ahora. Después de 5 años enfocados 100% en PET Lamp, cuando vimos que cogió inercia nos surge la idear de sacar productos previos de Álvaro para moverlos. Al tener distinta formación, ser de generaciones diferentes y tener un acercamiento dispar a la industria se generaba una visión holística y completa.

ERdL. (Enrique Romero de la Llana) Cuando ACdO nace hace 5 o 6 años no funcionó como esperábamos. El perfil de ACdO es más exquisito en los detalles y sensible en comparación con PET Lamp que es más popular y deja al resto de productos en la sombra. Por eso, queremos que cada producto encuentre su camino. Cada año intentamos lanzar un producto y en 2023, en lugar de lanzar otra lámpara, el producto ha sido el libro de aniversario de PET Lamp cuya edición nos ha llevado once meses de trabajo.

¿Por qué nace con un perfil tan distinto a otros estudios de diseño?

ACdO. Con la crisis surgida en 2008 que afectó a todos los ámbitos, este mundo de la creación sufre una transformación en la manera de entender el diseño del siglo XX y, como diseñador, no me sentí capaz de sumarme a ese ritmo enfermo de producir, vender, aplicar las ideas del márketing y vuelta a empezar, por eso me decanté por la autoproducción y nunca trabajé para nadie. 

ERdL. Para nosotros el acercamiento al socio local es muy importante y nos involucramos en que el taller se mantenga en activo cuando nos vamos. Al principio, nosotros elegíamos un país, ahora nos llaman a nosotros. Por ejemplo, en Etiopía ha sido a través de la esposa de un diplomático y ahora estamos hablando con una española que trabaja con una ONG en Uganda.

SB. Trabajar de este modo tiene una gran complejidad logística y es necesario aplicar un control de calidad y, por este motivo, que haya un filtro es vital. No es importante el producto sino el proyecto que implica a artesanos y a mucha más gente, y es necesario que estemos atentos al compromiso social y al tema ecológico, por eso siempre tenemos una pata en el país donde trabajemos, un interlocutor para los satélites creados en cada país.

Acabáis de presentar Plinto en Maison & Objet, que nació como un objeto muy etéreo, ¿qué acogida ha tenido en París?

ACdO. Plinto tiene la magia de parecer que es una tontería. Es bonito y es de los más poéticos porque nace cuando en pandemia veías las hierbas creciendo libremente por la ciudad y eso nos hizo aprender a disfrutar de los detalles y a valorar las pequeñas cosas. Nació para enaltecer algo tan insignificante como una mala hierba, primero surgió como regalo de Navidad, tuvo buena acogida y decidimos lanzarlo como producto.

ERdL. Es prescindible y, sin embargo, todo el mundo se enamora. Es nuestro proyecto más inmediato y nos encanta hablar de las piezas de Plinto porque no hay nada que decir, es un producto muy atípico en nuestro catálogo pero la producción fue un desafío por el packaging y el precio, hubo que encontrar una fórmula para convertirlo en un objeto de mercado. 

SB. El producto es poco funcional y, sin embargo, el packaging es muy funcional. En París ha tenido muy buena acogida porque es un producto con mucho gancho, en el estudio hemos contratado a Iván Vidal para que gestione PET Lamp y podamos dedicarle más tiempo a ACdO, porque después celebrar el 10º aniversario nos hizo pensar que tenemos que darle un empujón a ACdO y, en este caso, lo hemos hecho a través de Plinto.

Álvaro Catalán de Ocón y La Flaca. Foto: Teresa Piensos Gómez.

Hace una década de la aparición de las PET Lamps y, como dice en el libro Ikko Yokoyama “evolucionará durante los próximos diez años, ya que refleja constantemente los cambios de nuestros tiempos”, ¿hacia dónde camina?

ERdL. Por su estructura sólida y formada, tenemos la voluntad de que crezca para producir y vender más de modo que se desarrolle y vuele. Ahora mismo, tenemos muchos proyectos de colaboración abiertos en Ghana, Ruanda, Uganda, Sri Lanza y Nepal. Han llegado de golpe y queremos evitar llenar el catálogo de PET Lamps sin un por qué sino porque sean proyectos enriquecedores. Además, la intención es salir del formato en suspensión. 

ACdO. Lo hemos ido dirigiendo y queremos dejar que el proyecto vaya solo. Me gusta decir que es una ola que hay que surfear. Con estos cinco talleres sobre la mesa, es necesario ver cómo gestionarlos, qué surge e ir abriendo diferentes estrategias, por ejemplo, dando apoyo comercial o de diseño u otros factores, sin generar expectativas. Tenemos una visión amplia de la artesanía y nuestro punto de vista ya tiene un valor en sí mismo, de manera que, podemos hacer más una labor de comisariado, por ejemplo, en Sri Lanka. 

Álvaro con los artesanos de la PET Lamp Bolgatanga (2019) proyecto realizado en Ghana. Foto: cortesía de ACdO.

¿Por qué el cliente elige las PET Lamps? ¿Qué os diferencia?

SB. Al principio, pensamos que PET Lamp tendría un recorrido de 5 años y resulta que el enfoque no es solo fabricar lámparas sino algo más social y ecológico y nos podemos atrever a más, la marca ya suena y tiene un valor. Hemos creado una escuela sobre una tipología de producto. Los que nos imitan no tratan bien a las personas ni al medioambiente, nosotros tenemos el certificado B Corp, la Marca de Seguridad UL y CE (obligatorio para comercializar en la Unión Europea). Hay que tratar de manera justa a los proveedores y con nuestros proyectos mantenemos a los artesanos durante años. Esa es nuestra diferenciación.

ERdL. El primer motivo por el que alguien compra una PET Lamp es ecológico o social, hace una compra que refuerza una mentalidad de consumo y satisface unas necesidades. Sobre todo, se trata de público femenino, de entre 35 o 40 años, que le ha dado muchas vueltas a comprar la lámpara y que la adquiere de forma aspiracional. Nuestros clientes privados son nuestros mejores embajadores porque conocen muy bien el producto. Hay lámparas inspiradas en las nuestras pero las hacemos de tal forma y con un esfuerzo detrás que son imposibles de replicar.

ACDO. Las PET Lamps tienen una carga emocional y el producto lo transmite.

¿Cuáles son los proyectos con los que estáis trabajando ahora?

ACDO. Estamos trabajando alrededor de tres canales de desarrollo: uno es la nube de madera de frondosas estadounidenses expuesta en Matadero y hecha para el proyecto Natural Connections del American Hardwood Export Council (AHEC), presentado con otros diseñadores en Madrid Design Festival, que quizás se produzca para una galería de arte; dos, un proyecto para una marca española que aún no podemos desvelar; y, tercero, una casa prefabricada para mí.

ERdL. El edificio de ACdO es un elemento simbólico, que obtuvo un Premio Mini, en Madrid Design Festival, y tiene una voluntad de implementar lo que hablábamos en esa presentación del galardón, ideas como la circularidad social o medioambiental, las mejoras de aislamiento y eso es lo que tenemos en mente desarrollar, la idea del edificio como un producto más de ACdO. Como PET Lamp vuela por sí solo, podemos simplemente acompañarlo y, en los próximos diez años, el proyecto generará más bien iniciativas, en las seamos comisarios, para que así podamos dedicarle tiempo de calidad al resto de productos.

SB. Hay nuevos productos y diseños latentes que giran por ejemplo en torno a La Flaca, Candil, Rayuela, Riad… ACdO desarrolla productos de forma intuitiva Self Directed Project, es decir, sin briefing, sino solo viendo qué encajaría.

Álvaro con los artesanos de la PET Lamp Bolgatanga (2019). Proyecto realizado en Ghana. Foto: cortesía de ACdO.
Álvaro Catalán de Ocón en su estudio. Lámparas PET Lamp, alfombra de la serie Plasctic Rivers para GAN Rugs, silla Home Office, una intervención de la Aluminium Chair de Charles & Ray Eames y piezas de cerámica Cu. Foto: Teresa Piensos Gómez.

El diseño es una herramienta muy potente, ¿estáis de acuerdo con esta idea?

ACdO. El diseñador es un poco igual que el arquitecto, cuyo papel humanista ha de aunar todas las necesidades porque no es un especialista, sin ser experto en cerámica, iluminación, etcétera, llega con ojos nuevos a todos ellos para darle forma.

SB. Entendemos el diseño como apoyo para resolver un problema y, por ejemplo, PET Lamp no es tanto el ejercicio del diseño sino la estructura que se monta para hacerlo con los artesanos y todo lo que conlleva y hacerlo, además, para que funcione de forma sostenible. Por eso para nosotros tiene la gran fuerza de pensar en todos los procesos que lo acompañan como la mejora social o empresarial de los artesanos o de los habitantes de la zona donde lo desarrollamos.

ERdL. El diseño puede satisfacer necesidades pragmáticas pero ese no es nuestro nicho porque nosotros nos dirigimos a cubrir necesidades humanísticas que tocan los sentimientos. Es algo más difícil de identificar pero es nuestro motor. Por este motivo, hablamos de proyectos y no de productos.

¿Cómo será el futuro del diseño bajo vuestro punto de vista?

ERdL. Es una herramienta para hacernos reflexionar más y consumir menos y ha de enfocarse más a un punto de vista crítico y reivindicativo para que no alimente la industria del usar y tirar y el consumismo. Nosotros creamos la colección de alfombras Plastic Rivers para GAN Rugs, hechas con PET 100% reciclado. 

SB. El desafío del diseño es ser capaces de hacer un producto que implique una solución para un problema y que tenga presente el cambio climático, que esté conectado con la realidad.

Libro PET Lamp que celebra los 10 años de este proyecto. Foto: Alfonso Herranz + Alicia.

Dada la situación climática actual y vuestro compromiso social y medioambiental, ¿pensáis que el diseño ha de ser sostenible o será un diseño fallido?

ERdL. Afortunadamente se da por hecho, otra cosa es que se implemente bien. Por ejemplo, el greenwashing se critica pero por algo hay que empezar. En la actualidad quiero pensar que hay cosas en este sentido que no son tolerables. 

SB. El problema es que el coste medioambiental no se suele tener en cuenta y debería estar reflejado en el precio que es una cifra que muchas veces nos habla de lo inocuo del producto. 

El edificio de ACdO, ¿es otro diseño más? ¿Cuál es su evolución? ¿Qué proyectos tenéis para esta sede si se pueden adelantar?

ACdO. En nuestra sede hemos creado un ecosistema que es un producto en sí mismo, comunica un lifestyle, como el que proyecta el espacio del diseñador holandés Piet Hein Eek, es nuestro referente nos gustaría llegar a ser así y que se comprendiese. Queremos generar ruido y estar en propuestas interesantes, por ejemplo, estamos presentes en Open House, pronto en Luz Madrid… algunas son altruistas pero queremos alimentar un modelo que ayude a visibilizar a creativos que lo necesitan. Nos gusta la idea de Marisa Santamaría que nos califica de agitadores culturales. Además de diseñar cosas queremos ser parte de un movimiento.

PET Lamp es un libro, un producto más de ACdO y un viaje alrededor del mundo. Foto: Alfonso Herranz + Alicia.

Álvaro tus diseños hablan de austeridad, sencillez y detalles imperceptibles, ¿por qué? ¿Tiene que ver con vuestra idea de las periferias o a qué va asociado?

ACdO. Las veo como propiedades de la profesión del diseñador, lo decía también el diseñador alemán Dieter Rams y esos principios tienen mucho que ver. El diseño tiene que ser el mínimo posible, lo más pequeño posible porque, para mí, son características más propias de esta disciplina mientras que lo excesivo, lo anecdótico o lo manierista que creo corresponden más a las artes decorativas.

Parte de las limitaciones que me pongo como creador es que sea reproducible que no sean piezas únicas, ni yo el que las hace, por eso autoeditamos y no somos makers. También el reduccionismo es otro de los valores que aplicamos en el estudio, es decir, hacer que el diseño, respecto a otras formas creativas y artísticas, llegue a un punto en el que no puedes ni poner ni quitar nada, logrando una cierta objetividad hasta llegar a la esencia de lo que pretendes hacer. En ese sentido, valoro mucho la austeridad del diseño y ese llegar a la forma, no buscarla. 

Interior del libro PET Lamp, Lynette y Enrique trabajando en la lámpara Ramingining, en Australia (2026). Foto: Cortesía de ACdO.

Hablando de las artes decorativas, salvo el de Barcelona, no hay un museo de diseño como tal en España, ¿cómo veis esta carencia cuando el diseño español es un fenómeno tan importante?

ERdL. Creo que hay un problema con el concepto ‘marca España’ que el diseño lo sufre como otros campos, entre otras cosas, porque cada uno rema por separado y falta esa unidad de país. Pasa con otras disciplinas. Está bien que haya identidades de diseño locales pero creo que falta ese paraguas quizás también forma parte de esa identidad española el que cueste generar esa marca más abstracta, pienso que a lo mejor por eso falta ese museo de diseño español. Para empezar, siempre habría el problema de dónde ponerlo aunque se pueden encontrar soluciones.

ACdO. En mi opinión, pasa en el mundo del arte también, esos grandes museos nacionales deberían tener sedes, por ejemplo, en Barcelona, Sevilla, Bilbao para que la colección vaya rotando, me parecería lo más lógico. Por otro lado, está bien descentralizar pero no para que vaya solo el muy experto sino sea capaz de mantener una vocación de divulgación. O, puede ser también que la ciudad tienda a ser relacionada con la disciplina como Arles donde la fotografía ha marcado el carácter de la ciudad. En Barcelona con el diseño claramente es lo que ocurre. 

Madrid se prestaría a un museo de arquitectura y diseño, dos profesiones tan hermanadas más que de arte y diseño, como pasa cuando vas al Pompidou donde encuentras arte, diseño y arquitectura. Un museo de arte y arquitectura en Madrid vendría muy bien. A parte de que, hasta los años 50, la profesión de diseñador la ejercían los arquitectos mayoritariamente. También el museo del diseño es muy difícil que no parezca una tienda. En el Museo Textil de Holanda, por ejemplo, lo que hicieron fue vaciarlo de obra y llenarlo de telares y máquinas y ahora es como un workshop donde va la gente a diseñar sus telas porque tiene un archivo en el que inspirarse o a ver la maquinaria. Es decir, se ha convertido en un lugar vivo de producción y quizá también los museos deberían apuntar a eso no dedicarse solo a la conservación. 

SB.Para mí lo difícil sería más que dónde ubicarlo qué mostrar del diseño hasta dónde llega, definir cuál es el paraguas que acoge lo que es diseño y lo que no.

ERdL. Algún libro recoge los grandes inventos españoles, cosas anónimas que nadie sabe que son españolas como el submarino, la fregona, el boli BIC o el chupachups. Yo empezaría por rescatar los nombres de los creadores de estos objetos anónimos e internacionales como un buen pilar desde donde partir. 

¿Creéis que pasa también con la arquitectura?

ACdO. Madrid se merece un museo de arquitectura porque los arquitectos madrileños, como por ejemplo, Alejandro de la Sota o Miguel Fisac -éste hizo cosas súper radicales- no se conocen tanto como deberían fuera de Madrid.

ERdL. Está el Museo ICO que hace esa función pero no hay un fondo público. Luego, existen citas como Madrid Design Festival que están fenomenal y es un proyecto a varios años, con una organización, un objetivo pro es una iniciativa privada que puede desaparecer si pierden patrocinadores o carecen de un apoyo municipal y sería una lástima.

Cerámica, textil, metal, fibras naturales en forma de lámparas, pequeño mobiliario, iluminación, accesorios, ¿qué os queda aún por diseñar? ¿Hay algo que os gustaría idear?  

ERdL. Diría que algo quizás más digital, somos muy offline nos gusta lo matérico, lo tangible los materiales puros la honestidad… y hay otra variante del diseño de crear mucho más desde modelos o que la obra termine siendo un NFT es decir creo que hay un campo que personalmente no me atrae mucho sin embargo creo que es lo más lejano a nuestra manera de trabajar que hay ahora mismo. 

Habéis estado enfocados hacia PET Lamp, el último año lo habéis dedicado a la producción del libro que es un producto más, hay algo que tengáis en la manga?

SB. Quizás rediseñar los propios productos que ya teníamos y que a veces por diferentes motivos toca eso, por ejemplo con el caso de La Flaca que tecnológicamente ha habido un cambio que implica rediseñarla.

ERdL. El darles continuidad a otros proyectos.

ACdO. En este sentido siempre se habla de que hay que diseñar una silla, LA silla y es un hueco que está ahí y que da mucho respeto y que como nunca se ha planteado la situación como que un día no se te ocurre despertar y decir voy a diseñar una silla sino que si no te la piden es difícil. La silla es un reto es como una microarquitectura. Lo que pasa que, por otro lado hay tantas sillas, en catálogo tenemos la Home Office que hicimos con bordado a partir de la Aluminium de Vitra y nos hace preguntarnos para qué diseñar otra silla. 

¿Qué les diríais a los jóvenes diseñadores o emprendedores del mundo del diseño industrial?

ACdO. Yo creo que veo una falta de pasión porque ven el diseño como un trabajo y yo no puedo separarlo de mi vida. Me da la sensación de no hay ese dejarte la piel como hemos hecho nosotros. Animo a eso convertirlo e integrarlo en tus pasiones y en tu vida, llevándolo a otra dimensión. Me lo comentaba en Valencia Mariví Calvo, de LZF Lamps, que junto con Sandro Tothill, han hecho de un trabajo una forma de vida, de entender el mundo, conectar con gente de cualquier parte, viajar y hacer tantas otras cosas que no sigue la idea del negocio que es la negación del ocio. 

Nuestro negocio no es el más rentable de los que podríamos haber elegido pero nos ha rentado de otras maneras y hoy en día creo que hay esa visión del dont work hard work smart. Me uno a la filosofía de que el esfuerzo ya de por sí vale la pena aunque no te lleve a un lugar determinado o a un muro que te haga retroceder, ese camino ya ha merecido la pena. Es algo que hoy no se ve tanto, las jóvenes generaciones quieren la inmediatez. 

ERdL. Yo apunto por la inmediatez también parece que es el cáncer de la generación de 20 años que afecta a nivel laboral pero también a nivel vital. Es una generación que vive un poco como defraudada y con falta de constancia que tira la toalla a la mínima. 

En el trabajo se nota muchísimo esa frustración.

SB. Dar consejos es difícil porque al final hay gente ya no solo no se emociona por su trabajo sino que incluso no lo hace con la vida o con un hobby al que dedicarte en profundidad. Es difícil que alguien esté dispuesto a apostar a largo plazo. Es arriesgado y poco gratificante al principio y al final toca un ejercicio de entenderse a uno mismo antes de empezar un viaje pero es que la gente ni siquiera está dispuesta a hacer una pausa y reflexionar sobre lo que realmente le gusta hacer. 

Tenemos una cultura de tener que ir cumpliendo etapas sin pausa, del colegio a la universidad y al trabajo y falta en ese proceso que te puedas tomar seis meses para pensar, viajar, conocer, leer…, no te dan ese momento y la crisis surge cuando vas tapando huecos.

¿Pensáis que es una cuestión relacionada con la educación?

ACdO. Ahora estamos teniendo problemas en el estudio con contratar a becarios porque hay que hacerlo a través de una universidad ya no puedes tener un becario que sale del colegio y quiere tener la experiencia de trabajar en un estudio antes de meterme en la universidad de diseño.

SB. Hemos tenido una estudiante americana, que viene de un sistema de educación distinto, que estaba pensando en estudiar diseño y quería venir a España a ver si le gustaba… Resulta que es la mejor becaria que hemos tenido sin ninguna formación especializada porque la clave estaba en la actitud que puede determinar el éxito. La aptitud la vas aprendiendo pero la actitud o la tienes inculcada de pequeño o ahí te quedas.

ERdL. Esta becaria con 17 o 18 años había tenido la asignatura de diseño en el colegio, había ganado varios concursos de fotografía, es decir, estaba muy bien respaldada. Efectivamente, la actitud no se aprende hay que alimentarla. 

 

Álvaro Catalán de Ocón, Enrique Romero de la Llana, Sebastián Betanzo, Beatriz Fabián y Silvia Hengstenberg

Redacción: Beatriz Fabián

Beatriz es periodista especializada en contenidos editoriales offline y online sobre diseño, arquitectura, interiorismo, arte, gastronomía y estilo de vida.

Fotógrafa: Nieves Díaz.

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